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02 de octubre de 2010

Asume Cristina con los Fernández, De Vido, Garré, Jaime, Moreno... más inflación, trabajo en negro y hambre; más entrega del petróleo, islas y mares australes, minería; más negocios para los terratenientes e imperialistas, menos salud, techo y educación; más criminalización de la protesta social, más tiempo Julio López desaparecido... por eso en diciembre, más luchas.

El cambio que no cambia

Anticipo Hoy edición 1195

1. Los K: poder y fortuna
El 10 de diciembre, Cristina Kirchner (CK) asume la presidencia de la Nación. Néstor K le entregará los atributos del poder: será el primer traspaso matrimonial del cargo en la historia argentina y una “rareza” mundial. La ceremonia contará con presencias internacionales, pero a diferencia de la de 2003, esta vez estará, como invitado especial, el presidente del FMI, Strauss Kahn.
La designación del nuevo gabinete desató una feroz “interna K”. La pelea por puestos y “cajas” en el nuevo turno de gobierno K engordó en la misma medida que el kirchnerismo amplió sus alianzas para ganar las elecciones de octubre. Al final, “el cajero” De Vido se quedó con todos su equipo, y dice a quién quiera oírlo, que “el que sigue mandando es Néstor”.
Tampoco tuvo éxito la embestida de la ministra Garré, contra los jefes del Ejército y la Marina.
Néstor Kirchner podrá dedicarle más tiempo, ahora, no solo a la política sino a sus negocios. Su grupo de burguesía intermediaria está al filo de dar un salto en su poder económico. Se aceleró la venta del 25% de Repsol-YPF a Enrique Ezkenazi, el banquero K.
Dijo de Ezkenazi el presidente de Repsol, Anthony Brufau: “Respiramos el mismo aire” (La Nación, 2/12). Ezkenazi hizo fortuna al lado de los Kirchner. Pagará 2.000 millones de dólares al contado y otros 2.000 con créditos en los que participan bancos españoles. Son créditos diligenciados por el propio directorio de Repsol. La operación, se dice, se decidió en una reunión en la quinta de Olivos entre Néstor y CK con el primer ministro español, Rodríguez Zapatero, y el presidente de Repsol, Brufau. Para completar los acuerdos, CK almorzará con el líder de la oposición española, el fascista Mariano Rajoy, tres días después de asumir, y ha “bajado la línea” de que ningún funcionario “critique” el “porqué no te callas” del rey de España a Chávez.
Néstor K se va de la presidencia pero seguirá ocupando el centro del tablero del poder desde el lujo de Puerto Madero. “No me voy de la política”, les dijo a sus íntimos el martes de la semana pasada durante una cena. Y para que no quedaran dudas, agregó: “Nunca voy a decir que no voy a ser más presidente”. Como en el juego de ajedrez, la Argentina tendrá un rey y una reina.

2. Superpoderes: más “caja”
El gobierno trabaja a destajo para lograr la prórroga de la “ley de emergencia económica” antes de la asunción de CK. Es una ley clave por los superpoderes que le da para el manejo de los fondos y los contratos del Estado. Poderes que el Congreso viene delegando en el Poder Ejecutivo, violando la Constitución Nacional. El texto constitucional condena por “infame traición a la patria” a quienes los otorgan y/o los demanden.
CK en su campaña, repitió muchas veces que ya no existe una “emergencia económica”; y ha dicho que ella “nunca votó” esa ley (se ausentaba del Senado cuando se la discutía). Por eso, tratan de evitar su desgaste político haciéndola aprobar antes de que asuma. Pero no les resulta fácil lograr el número necesario de legisladores por el tendal de “heridos” que ha quedado en el PJ y en los “radicales K”, que los apoyaron y se quedaron con poco o nada en el reparto de cargos.
El kirchnerismo busca asegurarse “caja” para lo que se viene. El mundo está sacudido por la crisis del mercado inmobiliario yanqui que “entró en su tercer año”, y apunta a ser la crisis en el sector de la vivienda “más profunda desde la Segunda Guerra Mundial” (Ambito Financiero, 3/12). Y la Argentina se zamarreó cada vez que temblaron las finanzas imperialistas.
Para hacer “caja”, el gobierno aumentó las retenciones al agro y al petróleo, y ahora a la minería. Es un impuesto a la gobernabilidad que el gobierno cobra, “recortando” las ganancias de los monopolios y grandes terratenientes, con los que tratará de zafar de las tormentas que se vienen. En el caso del campo, golpean duro a los pequeños y medianos productores. En las petroleras, de cada 100 millones de dólares que se embolsan, el aumento de las retenciones les recorta apenas 20 millones.
En el presupuesto aprobado se ve que esa plata no va a planes sociales, salud o educación, sino a subsidiar los negocios de monopolios “amigos” y pagar la deuda externa y/o pública que vuelve a crecer como bola de nueve. ¿Cuánto irá a engordar los bolsillos de Kirchner-Ezkenazi para comprar el 25% de Repsol-YPF?

3. Nuevos amigos y nuevas internas
El gobierno siguió amarrando vínculos con los monopolios automotrices europeos. Primero fue el papel relevante de Víctor Klima, presidente de Volkswagen Argentina, como “abre puertas” de CK en Alemania y Austria. Después fue la oferta de la Secretaría de Industria al presidente de la Peugeot (francesa), empresa que le sigue pagando el sueldo a Curto, el intendente de Tres de Febrero, según su propia confesión (Perfil, 2/12). El funcionario de Peugeot no aceptó la oferta, pero acordó ser embajador en Francia. Y Adefa, la asociación de los monopolios automotrices (que preside Peugeot), propuso al presidente de Iveco (la planta de camiones de Fiat) para la Secretaría de Industria, y el gobierno ya lo anunció. Como se ve, la política industrial va a las manos de los monopolios imperialistas, y la diplomacia a la de los monopolios exportadores.
El nuevo ministro del Interior, Randazzo, es parte de la “fuerza de tareas” para controlar a los “barones” del Conurbano Bonaerense y el PJ provincial, poniendo límites al poder y las aspiraciones de Scioli.
Scioli reemplazó al ministro de Economía Carlos Fernández, por el contador de Casa Scioli, Rafael Perelmiter. Echó a Lousteau del Banco Provincia para poner a Guillermo Francos, un colaborador de Eduardo Eurnekian que militó en el partido de Cavallo. El fiscal del “caso Skanska” (que salpicó al gobierno), Carlos Stornelli, será el ministro de Seguridad, pese a las presiones en contra de la Casa Rosada. Además Scioli sumó a Diego Gorgal, ex macrista y secretario de seguridad de Telerman adonde llegó de la mano de “Juanjo” Alvarez (duhaldista y “ex” Side). Será ministro de Salud Claudio Zin, un hombre de los grandes laboratorios, que fue funcionario menemista y es columnista de los medios del grupo Hadad. Además, voceros de Scioli anunciaron una reunión con Macri y otra con los jefes de las provincias limítrofes a Buenos Aires.
Rápidamente, el gobierno nacional hizo trascender que no financiará el déficit de Buenos Aires. Le avisó a Scioli que tendrá que sentarse con CK para negociar cada peso, aunque se prevén algunos giros “para evitar un incendio en la provincia” (La Nación, 2/12). También le dijo que será el gobierno nacional el que decida las obras públicas bonaerenses, que llegarán a los distritos con intendentes que se disciplinen al kirchnerismo. Por otra parte, Arslanian, ministro de Seguridad saliente, ascendió a 9.000 policías; lo hizo en respuesta a Scioli por hacer público el enorme déficit presupuestario provincial.

4. Diciembre caliente
Sigue la lucha de los trabajadores del pescado de Mar del Plata por su blanqueo y aumento de sus salarios. En Comodoro Rivadavia, los fileteadores de Conarpesa ocuparon el sindicato en reclamo de los obreros despedidos. También contra los despidos está en lucha Mafissa en la Plata. Siguen movilizados los trabajadores del Indec, del Casino y del puerto en la Capital Federal. Hay paro con piquetes de los petroleros de Santa Cruz. Luchan los trabajadores del ajo de Mendoza. Están en lucha docentes primarios, secundarios y universitarios, y los estatales y municipales en varias provincias. Acampan los desocupados de la CCC en Rosario, y se moviliza nacionalmente la JCCC por las reivindicaciones juveniles.
Hay un reguero de luchas obreras, con un fuerte clima en las fábricas de defender las paritarias para conquistar un salario que cubra la verdadera canasta familiar. Esta situación en los lugares de trabajo amenaza con dejar en el aire el “pacto social” anunciado por CK. También pesa la dura interna dentro de la CGT y de la CTA. Ante esa situación se habla de que el “pacto social” sería reemplazado por “acuerdos sectoriales”, con una “banda salarial”, no pública, de entre el 18% y el 22%.
Hay buenas condiciones para romper el “pacto social” o los “acuerdos sectoriales”, con sus topes o bandas salariales.
Para tratar de dejar atrás la total ausencia de festejos en la noche de las elecciones, el gobierno ha convocado a un “festival” para el 10 de diciembre. Un festival, CK no enamora como para jugarse con un acto. Pero algo tratan de hacer para disputar “la calle” ante un diciembre caliente por las luchas obreras y populares, patrióticas y democráticas (ver recuadro).
En marcha al 40 aniversario del PCR, el 9, en el Parque Pereyra Iraola, el gran picnic del hoy y Chispa.