En entrevista con el Obispo de Iguazú el señor Sergio Delapierre manifestó que los trabajadores rurales “se acostumbraron a los planes y perdieron la costumbre de trabajar”, solicitando a continuación que el Obispo eleve esos reclamos a las autoridades de Nación. No es nueva esta posición, este señor a principios de julio manifestó su propuesta de crear un grupo de tipo parapolicial: …“Harán un escuadrón anti piquetes si Gendarmería no despeja”. “Viven de los impuestos que pagamos los que trabajamos”, refiriéndose a los reclamos sociales (Diario 1ra. Edición).
Un discurso y accionar que estigmatiza y denigra a millares de trabajadores del agro en nuestra provincia. Atiza contra la situación de pobreza en la que están sumidos millones de compatriotas a los que se responsabiliza de la situación. Olvida que el principal impuesto que recauda el Estado proviene del consumo y no de ganancias empresarias.
Miles de trabajadoras y trabajadores rurales levantaron durante la pandemia las mayores cosechas de yerba mate en años, y también fue así con la explotación maderera. Dos actividades que trabajaron a pleno, sin cuarentena, y no había vacunas protectoras. Fue la razón que evitó mayor crisis y descenso del producto bruto y actividad general de la provincia. Los precios de ambos productos fueron muy compensatorios. Esas cosechas las hicieron esos que Delapierre dice que “perdieron la costumbre de trabajar”. Son los que en ese momento estuvieron al frente.
Lo que aparentemente molesta a este señor es la AUH (Asignación Universal por Hijo) que reciben aquellas madres o padres que viven de trabajo no registrado. A partir de 1976 fue aumentando y llega hoy a más del 40% de la masa de trabajadores y trabajadoras sin trabajo registrado, 18 millones de compatriotas viven en la pobreza y muchos en la indigencia. La AUH y la Tarjeta Alimentar son fundamentales en esta situación; pero se pierden con el blanqueo o formalidad y también la interzafra que solo dura 2-3 meses con un importe mínimo. Se requiere no menos de dos meses la recuperación.
Y aún hoy son contadas las empresas que cumplen los $8,60 por kg verde que se acordó en paritarias, las más grandes empresas utilizan la “tercerización” de la cosecha con contratistas. Durante toda la zafra se pagó un precio mucho menor al pactado.
Urge formalizar una mesa provincial, discutir la compatibilidad, el cumplimiento de los precios, la Corresponsabilidad Gremial (tarifa de cargas sociales incluida en el precio) que no llega a muchos trabajadores.
Repudiamos y rechazamos el ataque a la pobreza y la desocupación, y la división que se quiere crear en el seno del pueblo.
Fue la gran lucha unida del 2001-01 (Tractorazos) que gano la creación del INYM en contra de los grandes de la yerba mate como Puerta, Navajas y Cía. y sus asociaciones, En esa lucha estuvieron a la cabeza medianos y pequeños productores acompañados por tareferos, gremios estatales, Cooperativas, asociaciones de desocupados y de profesionales principalmente que tuvieron que cortar rutas y ocupar plazas.
En los años 90´ con la política de desregulación y concentración económica millares se fueron del campo a las ciudades y sus villas. Se fundieron grandes cooperativas de la provincia y cambió la situación y hasta el paisaje de Misiones invadido por un “desierto verde” de pinos (de unos pocos) con destino principal a la exportación de celulosa y madera. Menos chacras, menos trabajo y producción para alimentarnos. Como sucede con la gran producción de granos de la Pampa Húmeda argentina hecha por contratistas y alquiler de campos (se perdieron 200 mil chacras allí). En vez de un beneficio, es la causa de pobreza y la inflación mientras un puñado de terratenientes y monopolios se enriquecen. Un modelo productivo extractivo y expulsor de trabajo. Nosotros vamos por otro modelo!
Hoy N° 1924 03/07/2022
ATE-Misiones, CTA Autónoma, Mov. Acción Popular, Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie, Corriente Clasista y Combativa, Agrupación 8 de Octubre de Obreros Rurales, de Misiones
