Quienes somos docentes de la República Argentina tenemos una muy larga y amplia tradición de lucha. Desde el primer paro encabezado por Enriqueta Lucero, en la provincia de San Luis en el Siglo 19 por los pagos adeudados por el gobierno de Sarmiento, pasando por asumirnos como trabajadores de la Educación en el Congreso Constitutivo de Ctera en Huerta Grande , la Marcha Blanca del ’88, las Marchas Federales con las organizaciones de trabajadores, la Carpa Blanca, el Campamento Educativo que duró 4 meses en la provincia de Buenos Aires y las enormes marchas y concentraciones realizadas durante el macrismo, en unidad con el resto del movimiento obrero, hasta llegar a las actuales en Chubut (donde Atech encabezó la convocatoria a toda la Patagonia), las autoconvocatorias por paritarias en Salta, La Rioja, Catamarca, San Juan y las últimas en Tucumán (donde la cúpula dirigencial se niega a reconocer su derrota en las elecciones de ATEP y pretende mantenerse en una dirección que no le pertenece, socavando el prestigio de nuestra organización de base), son apenas algunas muestras de las luchas que cada docente libra cada día en las escuelas, y en las calles, en defensa de la educación pública y por el derecho a una educación de calidad de sus estudiantes.
Nuestra capacidad de lucha es inagotable.
Ctera es nuestra entidad federal, y como ella la cuidamos y la necesitamos.
Lamentablemente, desde hace ya muchos años, este poderoso sindicato Nacional, no ha estado a la altura de las necesidades de los docentes ni de la escuela pública.
Se ha ido alejando y separando de la base docente, sin asumir el rol que le corresponde ocupar frente a conflictos salariales desgastantes y duros en cada provincia.
Es insuficiente sólo señalar las deficiencias estructurales de las escuelas públicas del país desde la dirección nacional. Debe apelar al protagonismo democrático, a la capacidad organizativa y de lucha de las comunidades educativas en pos de una educación de calidad al servicio del pueblo, con iniciativas movilizadoras y el apoyo de la Confederación en cada una de las demandas provinciales que quedan libradas a su suerte.
Las decisiones en un Sindicato profundamente democrático se deben tomar de abajo hacia arriba. Convocar a Congresos dando el tiempo y la información previa necesaria para que sean los compañeros y compañeras docentes los verdaderos protagonistas de lo que se decide, se convoque a asambleas de escuela en cada provincia y puedan participar de Congresos Provinciales que lleven esos mandatos al Congreso Nacional.
Quienes somos parte integrante de la Lista Azul y Blanca en todo el país, entendemos por ello que es necesaria otra conducción en la Ctera que sea fiel a su historia e independiente de los poderes políticos.
Una conducción que escuche las necesidades, que se haga eco de los conflictos, que utilice un método democrático de consulta a sus afiliados para tomar decisiones importantes, como firmar una paritaria o acordar un proyecto integral de infraestructura, como así también para igualar hacia arriba las condiciones de enseñanza – aprendizaje, exigiendo que los chicos y chicas de La Quiaca a Tierra del Fuego tengan las mismas condiciones y el mismo derecho a la educación gratuita y de calidad.
Una conducción que ponga límites al avance sobre nuestros derechos. A la desconexión, por ejemplo, que durante la pandemia se multiplicó hasta el hartazgo al tiempo en que crecieron las demandas de cuidados de terceros, en un oficio mayoritariamente femenino. Que ponga de relieve la exigencia de reconocimiento a nuestros esfuerzos diarios por mantener las escuelas funcionando a través de la provisión de insumos, equipamiento y conexión. Se debe contar con políticas públicas y el financiamiento necesario que detenga y revierta la disminución de matrícula en todos los niveles. La deuda es con el pueblo.
Esa es la Ctera que queremos y añoramos. La que nació de la lucha, la que ayudamos a formar desde nuestra Agrupación en el año 73, y a la que le pusimos el hombro durante 40 años.
Por todo esto convocamos a todas las y los docentes que acuerden con nuestras propuestas, a votar una lista nacional que nos permita llevar nuestras ideas a cada una de las escuelas de nuestro país.
Para recuperar esa Ctera que conocimos y perdimos, con una conducción nacional que impulse, apoye y coordine las luchas provinciales y practique la democracia sindical que permita a las y los docentes de todo el país volver a creer en un sindicato que los tenga en cuenta. Para volver a tener la esperanza de una escuela equitativa en cada rincón de la Argentina, te pedimos que el 7 de septiembre apoyes con tu voto la Lista Azul y Blanca.
- Para encabezar las luchas cortándole el paso a la derecha que viene por la escuela pública y nuestros derechos como trabajadores de la educación.
- Para que Macri y sus socios no puedan tomarse revancha arrasando con la escuela pública como tienen pensado.
- Para garantizar que en todas las provincias argentinas existan escuelas públicas en condiciones dignas y docentes bien remunerados. Por un salario nacional docente unificado.
- Para avanzar en el camino hacia un Plan Educativo Nacional que supere la fragmentación actual y desarrolle los contenidos necesarios para un proyecto de país independiente y soberano.
- Plan nacional encabezado por Ctera y cada entidad de base, de recuperación de la matrícula perdida por la pandemia y la crisis social, con el financiamiento garantizado por el Estado nacional.
- Para votar candidatos que han sido probados en cada provincia por su compromiso con la lucha por los derechos de los y las trabajadoras de la educación y por una educación al servicio del pueblo argentino y su liberación.
- Candidatos a: Secretario general Carlos Magno Atech Chubut. Adjunta Marta Gómez Suteba Buenos Aires. Gremial Alejandro Agudo Atep Tucumán. Organización Alberto Muñoz SUTE Mendoza.
¡El 7 de septiembre votá la Lista Azul y Blanca en todas las provincias del país!
Hoy N° 1923 27/07/2022
