Ante esta Pandemia que se ha agravado, se profundizan los problemas del conjunto del pueblo.
Los Pueblos Originarios, como uno de los sectores más oprimidos, sufrimos de manera extraordinaria esta crisis sanitaria, económica y social porque somos población muy vulnerable. Las dificultades estructurales que nos afectan han sido un factor de mayor riesgo para los y las integrantes de nuestras comunidades rurales y urbanas.
La falta de agua, la desnutrición, el empobrecimiento, la ausencia de atención integral a nuestra salud, la falta de viviendas dignas y el hacinamiento en los barrios periféricos en las zonas urbanas y la precariedad de nuestras condiciones de vida han sido factores que han incidido especialmente en que proliferen los contagios entre nuestros pueblos.
La crisis económica que profundizó el gobierno anterior, sumado a su modelo extractivista, dependiente, represivo y de hambre ha contribuido notablemente en empeorar las condiciones de vida de nuestras comunidades. Esos sectores reaccionarios que gobernaron, además, estigmatizaron a nuestros pueblos y naciones originarias promoviendo que nos sigan oprimiendo, discriminando y postergando. La expresión más cruenta de eso fue el asesinato de Santiago Maldonado en la lucha por el territorio en Cushamen en Chubut y de Rafael Nahuel en Bariloche, con la presencia directa de los funcionarios de Patricia Bullrich dirigiendo los operativos. Todo esto defendiendo los intereses de los grandes terratenientes como Benetton, Braun, Lewis, Eurnekian.
Esos sectores que utilizaron al Estado para endeudar al país, empobrecer a las y los trabajadores y los sectores populares, enriquecieron a los monopolios, latifundistas e imperialistas, hoy no quieren resignar ni un centésimo de sus fortunas. Y para ello salen a jugar a dividir a la sociedad y agitan acciones desestabilizadoras.
En el 2019 para que estos sectores representados por el macrismo no se perpetúen cuatro años más, para que no continuaran haciendo más daño, desde nuestros procesos de lucha, la mayoría de los pueblos y naciones originarias y nosotros desde nuestra organización, Pueblos Originarios en Lucha, participamos activamente en la construcción de esa unidad popular para terminar con ese gobierno para ricos y grandes terratenientes usurpadores.
Hoy, en un marco donde la disputa de los imperialismos se agudiza por el reparto del mundo producto de una recesión inédita, los Pueblos Originarios vemos que esa disputa es feroz en Argentina y son amenazados aún más nuestros territorios, nuestros recursos naturales, nuestra autonomía económica y muy particularmente nuestras vidas. Es especialmente preocupante la proliferación de discursos fascistas y racistas que se van imponiendo en gobiernos de países de nuestro continente y que se cuelan en actuales movilizaciones en nuestro país.
Hoy, en el seno del pueblo se debate cuál es el camino ante esta crisis para atender las necesidades más urgentes y no que se sigan cargando sobre nuestras espaldas. Los Pueblos Originarios no somos ajenos a esta discusión. No somos neutrales ante el avance de sectores de las clases dominantes que pretenden que en medio de la Pandemia la crisis la paguemos los de siempre: los trabajadores/as, los sectores populares y nuestras comunidades.
Ya en mayo 2020 nuestro movimiento impulsó junto a muy amplios sectores de originarios y del pueblo argentino una carta al presidente Alberto Fernández con 400 firmas que recibieron el INAI, los senadores y diputados y el jefe de Gabinete, no tuvimos contestación expresa, sí observamos algunas acciones tomadas de acuerdos del INAI con dos o tres ministerios que valoramos. Pero a tres meses cuando la pandemia del Covid se ha expandido, tal cual preveíamos a nuestras comunidades, por ejemplo Chaco, Salta, Jujuy, no vemos una acción decidida de emergencia desde todos los ministerios para atender las necesidades frente al hambre y la crisis sanitaria. También hemos requerido del INAI, información de la propuesta de ampliación del presupuesto nacional 2020 y la propuesta del presupuesto 2021 que ingresará al Parlamento el 15 de septiembre donde el gobierno nacional definirá integralmente los objetivos económicos.
El camino, hoy, es que la crisis la paguen los que se enriquecieron con el macrismo. Necesitamos que las políticas públicas hagan realidad los derechos que hemos conquistado en la Constitución y convenios internacionales como el 169 de la OIT. Necesitamos proteger nuestros territorios y recursos, necesitamos mayor acceso a la tierra y a la justicia, educación bilingüe y salud, necesitamos apoyo para nuestros proyectos de producción y de vida y respeto a nuestras autoridades y culturas ancestrales.
Sabemos que esas demandas chocan con los intereses de monopolios imperialistas y grandes terratenientes usurpadores.
Es por eso que la puja actual sobre quién va a pagar la crisis que trajo la Pandemia es una pelea de todos porque nosotros ya la estamos pagando. El rumbo que necesita el país y nuestros pueblos es un camino de soberanía, de distribución de la riqueza, de producción, de creación de trabajo, en función de las necesidades populares, de desarrollo sostenible y de respeto por la diversidad cultural.
En búsqueda de ese camino se hace indispensable que el Gobierno actual toque los intereses de los más poderosos para hacer frente a las necesidades populares que hoy son prioridad: políticas sociales y sanitarias que ayuden en la pelea contra la pandemia y contra el hambre que vivimos en la mayoría de los territorios. Los pueblos originarios hermanados con el pueblo argentino hoy integramos esa unidad que busca tocar los intereses de estos monstruos económicos impulsando la ley de Impuesto a las Grandes Fortunas. Que refuerce sustancialmente los ingresos previstos en el presupuesto nacional
En este contexto tan difícil es importante que desde el Instituto de Asuntos Indígenas (INAI) se acuerde con las organizaciones y comunidades trabajar de manera prioritaria en los aspectos más urgentes y dar participación para que la agenda de los pueblos y naciones originarias sea parte de la agenda pública del Gobierno.
Por todo eso entendemos que es necesario y urgente la participación activa y la consulta previa libre e informada de los pueblos indígenas, y además:
- Ley de un impuesto a las grandes fortunas;
- Reforzamiento sustancial e imprescindible de las partidas presupuestarias del INAI y de partidas específicas en todos los ministerios para resolver necesidades de las naciones y pueblos originarios
- Reactivación de la implementación del Relevamiento Territorial de comunidades indígenas dispuesto en la ley 26.160;
- Que se realicen las asambleas para las elecciones de los Consejos de Participación Indígena (CPI)
- Tratamiento del proyecto de ley de Propiedad Comunitaria Indígena que tiene estado parlamentario en el Senado de la Nación;
- Aprobación urgente de las personerías jurídicas de nuestras comunidades;
- Atención integral de nuestros hermanos y hermanas que se encuentran en zonas de riesgo de Covid-19. Acceso suficiente al agua, alimentación y atención sanitaria
Foto: Movimiento Naciones y Pueblos Originarios en Lucha, La Pampa
