El Grupo hizo tres funciones de “El amor viene después” en Rosario y una en Villa Gobernador Gálvez. La obra, que aborda el tema de los asentamientos y la lucha por la tierra, llegó al corazón de un público que fue y sigue siendo protagonista de esa lucha. Especialmente en el Barrio Toba, en el oeste rosarino, y en el galpón donde funciona Niunpibemenosporladroga en VGG.
Para el grupo no fue una gira más, fue una gira llena de aprendizaje, como comentaban sus integrantes al regreso. De allí la idea de hacer esta nota. Cuando vimos entrar a nuestro público, mayoritariamente originario y femenino, en el SUM del Barrio Toba (como lo llaman), y ubicarse lejos del espacio escénico, dudamos de que nuestra propuesta les fuera a interesar. Les pedimos que se acercaran para escuchar mejor, pero no se movieron, ni aun cuando se los pidió el compañero Eduardo, que es conocido por todos.
Al terminar la obra hubo un gran silencio y los aplausos llegaron traídos de la mano de compañeras y compañeros que los iniciaron. Cuando le preguntamos al público –unas 50 o 60 personas– qué les había parecido, o si tenían algo para contarnos, nadie abrió la boca. Sin embargo todos sentimos la emoción que latía en ellos, contemplando sus miradas. ¿Pero por qué no hablaban? Fue después, que se acerca una mujer joven y nos pregunta si podía saludarnos. Cuando dijimos, con la voz quebrada, ‘¡claro que sí…!’, empezó a abrazarnos uno por uno sin decir palabra… y luego se fue.
En VGG pasó algo similar, con la diferencia que el público, también femenino en su inmensa mayoría, tuvo que acercarse a nosotros porque el techo era muy alto y nuestras voces se perdían. Una vez finalizada la obra volvimos a preguntar si alguien quería hablar y luego de un rato una mujer levantó la mano y dijo ‘Mientras ustedes iban haciendo, yo iba llorando por dentro’. Nuestros ojos se llenaron de lágrimas y esa frase quedó en nuestra historia como Grupo.
Después, ya de vuelta en Buenos Aires, le hicimos llegar un audio con nuestro agradecimiento y ella contestó ‘muchas de las que estábamos ahí sentíamos lo mismo, y yo me dije: ¿por qué no voy a hablar? Si hay algo que no me tiene que dar vergüenza es luchar por un pedazo de tierra para mis hijos’. Hemos aprendido mucho en esta gira y hemos ratificado que el rumbo de nuestro teatro es éste, junto al público más sentido y profundo: ese pueblo al que orgullosamente pertenecemos”.
Hoy N° 1782 11/09/2019
