Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el aumento en los aranceles en el comercio bilateral de Estados Unidos y China generó un alarmante desplome del precio de la soja, que alcanzó niveles mínimos comparables a los de 2008, en plena crisis mundial.
A esto se suma una crisis sanitaria en la industria porcina de China que hace prever una abrupta caída de sus necesidades de granos, en un contexto en el que su economía se viene desacelerando.
Por ambas cuestiones vienen cayendo con fuerza las compras de harina de soja para alimentación animal: las importaciones del complejo oleaginoso por parte de China se desplomaron un 26% entre noviembre y marzo respecto del mismo período anterior, lo que equivale a unas 10 millones de toneladas menos. Los analistas Federico Di Yenno y Emilce Terré, de la BCR, señalan que “la caída en los precios quitó u$s1.400 millones a la proyección del valor de las exportaciones del complejo sojero”.
Desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires hicieron una lectura similar: calculan que el valor de la cosecha se redujo casi u$s1.350 millones frente a las estimaciones previas. Sin embargo, el impacto a lo largo de la cadena agrícola sería mucho mayor, del orden de los u$s2.300 millones. ¿Cómo afecta la guerra comercial a la cotización del grano? Según un análisis de la BCR, que Estados Unidos no le pueda vender soja a China “significa que ha perdido el mercado donde colocaba más del 60% de sus exportaciones de este grano”. Así, en el lapso de un año, se produjo en el mercado estadounidense “un aumento del stock, que pasó de 12 a 27 millones de toneladas, más del doble, explicando la tendencia decreciente de los precios en Chicago”. Así, tras rondar los u$s425 la tonelada a mitad del año pasado, el valor se derrumbó hasta tocar los u$s300.
En los últimos días de la semana pasada hubo un leve rebote: las inundaciones en Estados Unidos están afectando la cosecha y esto permitió una recuperación del precio. Sin embargo, el agravamiento de la guerra comercial con China hará que la soja de Estados Unidos inunde otros posibles mercados de Argentina. El anuncio del secretario de Agricultura de Estados Unidos, de una ayuda de u$s16.000 millones para asistir a los agricultores afectados por el cierre del mercado chino, implica un subsidio que también deprimirá las cotizaciones.
“Con Estados Unidos dispuesto a ofrecer soja muy barata, hay mayor competencia en los mercados de exportación de la harina y el aceite de soja, perjudicando a la industria procesadora local, dado que se erosionan los márgenes de la actividad”, advierten desde la Bolsa de Comercio de Rosario.
En este marco, las exportaciones totales de la Argentina vienen mostrando un pobre comportamiento: los últimos datos publicados por el Indec muestran que en el primer cuatrimestre de 2019 las ventas al mundo retrocedieron 1,2%. Pero esto no sólo por caída del precio de la soja y sus derivados sino también por lo que ocurre en particular con los productos industriales que se venden a Brasil.
El déficit con Brasil
Pese a contar con un dólar a $46, en el primer cuatrimestre de 2019 la performance de las manufacturas industriales fue muy pobre: se realizaron exportaciones a Brasil por u$s2.100 millones, lo que implicó una caída de casi 8% respecto del mismo período del año pasado. Esto en particular por la caída de la demanda brasileña en el rubro automotriz: hacia ese destino las terminales enviaron casi 46.200 unidades, unas 7.800 menos que entre enero y abril de 2018. Así, ante la feroz caída que se dio en el mercado interno, las exportaciones no están pudiendo servir de sostén y la producción de autos acumula un derrumbe del 32%, agravando la crisis del sector. Pero las bajas son generalizadas: manufacturas de metal (-22%), productos plásticos (-18%), químicos (-11,5%) y máquinas y aparatos (-2%), son otros rubros que también se están viendo afectados.
Según Gustavo Segré, socio de la consultora Center Group, la foto actual es en realidad consecuencia de una situación estructural más profunda, que ha hecho que Argentina perdiera muchísima participación en ese mercado: “en el año 2000, de cada 100 dólares que importaba de todo el mundo, el país vecino nos compraba u$s12,35. Hoy ni siquiera llega a los u$s6”.
Hoy N° 1769 05/06/2019
