La compañera Albina nos cuenta en primer lugar que en la Comisión de Género del Congreso de la FNC abordaron varias problemáticas: “Lo principal fue la situación que estamos atravesando las mujeres a nivel nacional en el tema económico y productivo. También una falta de políticas hacia las mujeres. Se planteó con mucho enojo que en la mayoría de las provincias no contamos con refugios para poder asistir a las mujeres que sufren violencia de género, así como la falta de guarderías en el sector productivo. Porque las que trabajamos en el campo muchas veces nos toca estar en el surco con nuestros hijos, porque no tenemos un lugar donde poderlos dejar. También se expresó mucho la preocupación por la salud, más que venimos de estos años de pandemia, y el tema de la educación tanto primaria como secundaria, por lo difícil que fue para nuestros hijos, por el tema económico, no contar con un celular, o con Internet para poder estudiar de la forma virtual como se estaba haciendo. Como madres vemos que la droga y el alcohol vienen avanzando en el sector productivo”.
Sobre la experiencia de las promotoras en prevención de violencia de género, nos contaba nuestra entrevistada; “En muchos lugares arrancamos en momentos de la pandemia, cuando se agudizó el tema de la violencia; hicimos capacitaciones con las compañeras. Son campesinas que se pusieron al frente, se capacitaron y empezaron a visitar a las compañeras. Se expresó en la Comisión lo difícil que es que una mujer pueda confiar y contar lo que está viviendo. Y más tomar la decisión de denunciar la violencia. Se fue avanzando en poder acompañar, y al poder contar en algunos lugares con un carnet que nos reconoce como promotoras, nos permite entrar con las compañeras a la comisaría para hacer la denuncia. Eso fue un gran avance.
“Esto en medio de las dificultades por las distancias, y con la complicación de no tener lugares para refugiar a esas compañeras. Esto hace difícil acompañar a la compañera que toma la decisión de denunciar. A pesar de eso las compañeras se pusieron al hombro esta tarea, hacen todo a pulmón, recaudando fondos para poder asistir a las mujeres con un medicamento o una bolsita de mercadería. Porque nuestro sector desde noviembre del año pasado no recibe nada del gobierno”,
Sobre el Encuentro Nacional de Mujeres, la compañera Vides expresa que “hay mucha preocupación. Porque hoy es cuando más unidas tenemos que estar, y tiene que ser mucho más masivo el Encuentro, de las 70 compañeras que participaron en la Comisión de género solo siete habíamos ido a un Encuentro y la mayoría se enteraron ahí que veníamos con dos fechas de Encuentro y con dos comisiones organizadoras. Leímos el llamamiento a la unidad de la Comisión Organizadora del Encuentro Nacional de Mujeres y se planteó que tenemos que pelear por un solo Encuentro. Se sacó la propuesta, que después aprobó el Congreso de la FNC, de plantear que se junten las dos comisiones organizadoras y convoquen a un solo Encuentro Nacional de Mujeres en San Luis, y en caso de no lograrse esto, convocar masivamente al Encuentro Nacional de Mujeres a realizarse en noviembre, con preencuentros regionales previos en todos los lugares.
“Hubo mucha participación de las compañeras en el Congreso, y muchas ganas de fortalecer esta herramienta nacional que es la FNC, en el camino, como decían muchas, de poder conquistar un pedacito de tierra, poder trabajar libremente, poder vivir dignamente. Otro paso muy importante que se dio en este Congreso es formar la Comisión Nacional de Género de la FNC, para llevar adelante todos los reclamos que se vienen planteando en los lugares. Del Congreso nos llevamos mucha tarea para luchar hacia adelante”.
Sobre la situación en la zona de La Plata, Albina nos decía que, por un lado contaron en el Congreso el avance que han tenido las mujeres campesinas y pequeñas productoras, y “la gran preocupación de algunas compañeras cuyos hijos no tenían documentación, y pudimos dar una mano en esto. En avanzar en la discusión para que las mujeres seamos parte en la firma de los contratos de alquiler de la tierra, porque si no cuando las cosas no andan bien en la familia la que se tiene que ir de la quinta es la mujer. Venimos dando pasos importantes.
En la zona agraria hay mucha preocupación porque cada vez somos menos las productoras, porque no podemos seguir pagando los alquileres. Muchas de las que eran alquilantes hoy son medianeras o porcentajeras. Poder seguir en la producción es achicar la comida o la vestimenta de nuestras familias, para garantizar la compra de los plantines y todo lo que necesitamos para la producción. Porque cuando comercializamos no vamos de la mano de la inflación, o de lo que sube el dólar, lo que hace que cada vez compremos menos insumos, porque el insumo va de la mano del dólar. Y lo que producimos nosotros quedó congelado en el tiempo, y en pesos
“Por ejemplo en Jujuy, de donde viene hoy el tomate, cuentan los compañeros que están tirando toneladas, porque se paga 300 pesos el cajón de tomate, y aquí se está pagando 400 pesos el kilo. A nosotros nos pasó lo mismo. En la última temporada los que producen tomates vendían a 50 pesos la jaula de 20 kilos. No tenés margen de nada”.
Finalmente nos cuenta la dirigente de Asoma que están trabajando para una jornada de lucha en La Plata contra una ordenanza del intendente Garro, que busca limitar las tierras para la producción, prohibiendo los invernaderos, etc. “Nos hace responsable de las inundaciones y de la contaminación, cuando lo que quiere es favorecer los negociados inmobiliarios para la urbanización, así como limitar el uso del agua, poniendo medidores”.
Hoy N° 1921 13/07/2022
