Como todas las semanas hubo movilización de distintos sectores de la provincia. El 20/2 los jubilados, los usuarios autoconvocados, la CCC de la Capital junto a dirigentes del interior y otras organizaciones, se movilizaron en contra del aumento de los impuestos, del pasaje de ómnibus, por 82% móvil para los jubilados y trabajo genuino para los desocupados.
El 22 se escucharon las voces de los tucumanos que se oponen a que se enajenen bienes del Estado, que son parte del patrimonio cultural de la provincia. El sábado 23 a la mañana, con la activa participación de La Casa de la Mujer Norma Nassif, un gran número de mujeres y jóvenes realizaron un nuevo silbatazo contra la violencia y el abuso hacia las mujeres. A la tarde, un grupo numeroso fue al barrio San Francisco, y junto a familiares y vecinos, se realizó un escrache a un profesor de folclore que había abusado de una joven alumna.
Obra pública y escuelas postergadas
Las inundaciones pusieron al desnudo la falta de una política que resuelva el problema. Si bien el gobierno provincial acudió a ayudar a los inundados, todo se lo hace con afán proselitista. Es por ello que la gente recibe la ayuda pero se queja, porque siguen sin realizarse las obras necesarias para evitar que cuando se produzcan nuevas lluvias los daños no sean tan intensos. Según el gobierno se realizaron obras, es cierto, pero como dicen los técnicos que conocen el problema, no se realizan las obras de fondo (la construcción de diques, encauzamiento de ríos, canales de desagüe) que podrían contener los volúmenes de agua que se acumulan en tiempo de lluvia. Según un técnico “no se realizan las obras necesarias porque no se ven desde la ruta”.
No es en la única área donde se ve la improvisación gubernamental y el criterio de encarar obras que signifiquen negocios para los gobernantes y actos de campaña para próximas contiendas electorales. Por ejemplo, se han edificado varias escuelas, y construido aulas en otras; pero no se han puesto en condiciones las que están en funcionamiento. A los directores se les provee de una cantidad de dinero que no alcanza para ponerlas en condiciones; se realizan tareas mínimas de mantenimiento y siguen con vidrios rotos, baños en pésimo estado, etc. En la escuela Provincia de Corrientes los padres habían techado el patio, el gobierno aprovechó lo realizado e hizo dos aulas. Como resultado, los niños se quedaron prácticamente sin patio y parte de ellos hacen el recreo en la calle. A sólo cuadras de una escuela a inaugurar, está la escuela Miguel Lillo que se está cayendo a pedazos, con baños que no se pueden usar, sin patios cubiertos, etc.
