La semana pasada terminó con un nuevo atropello al estilo Kirchner: se desplazó a la directora de la Encuesta Permanente de Hogares, quien tiene a su cargo la medición de la desocupación y de los pobres en la Argentina.
Durante la semana, 17 técnicos de su área le presentaron una nota donde se negaban a comenzar las tareas del cálculo de la pobreza del primer semestre del 2007 por considerar que los datos que provienen del área del IPC no tenían la calidad técnica correspondiente a la metodología vigente en el Indec. Dicha directora el día miércoles elevó la nota al director del Indec con su adhesión a los términos elevados por sus técnicos.
Asimismo, el día martes unos seis técnicos del área del IPC presentaron una nota firmada dirigida al director del Indec. En la misma indicaban que no se responsabilizaban de los datos que dicha Dirección estaba calculando para el dato que iba a salir el día jueves.
Ese día se hizo una movida en la puerta del Indec, donde nuevamente se realizó la clase pública donde se explica cómo se calcula el IPC. Esta fue la misma clase que el martes 26 de julio los trabajadores del Indec llevaron al Congreso de la Nación (ver hoy anterior: “Un nuevo hecho”).
