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02 de octubre de 2010

¿Por qué el gobierno de las petroleras hostiga a Shell?

Una disputa entre monopolios imperialistas

uando decimos que el gobierno de Kirchner es el gobierno de las petroleras, nos referimos a los monopolios imperialistas que se terminaron de hacer dueños de todas las reservas con el menemismo y que son los que sacan el petróleo de la tierra, por lo que se las llama productoras de petróleo. Son un pequeño número de empresas, donde el grueso del recurso es controlado por la española Repsol-YPF, la anglorusa Pan American, la americana Chevron, la brasilera Petrobrás y la francesa Total. De éstas solo tienen refinerías para procesar el petróleo y bocas de expendio para vender sus derivados (naftas, gasoil, etc.) Repsol y Petrobrás.
Pero también hay otros monopolios imperialistas que tienen destilerías y bocas de expendio, como Shell y Esso, que tienen que comprarle el petróleo a las anteriores o importarlo para poder procesarlo.
En la disputa que se da entre los monopolios que producen petróleo y los que tienen que comprarlo, con su política el gobierno de Kirchner favorece a las primeras y limita a las segundas. No es que quiera nacionalizar la producción del petróleo (al contrario, acaba de hacerle extender las concesiones a Pan American en Chubut y trata hacer lo mismo en Santa Cruz), ni siquiera nacionalizar la destilación y comercialización de los derivados del petróleo. Lo que busca es crear las condiciones para que sus socios y amigos, como Ezquenazi, Báez, Midlin, Eurnekian o Werthein, puedan entrar en el negocio.
Una vía es hacerse concesiones de yacimientos para sí mismo, como hizo en Santa Cruz, o lograr que las petroleras le den una parte, como negocia con Repsol para que entre su socio Esquenazi en YPF. Pero en la destilación y comercialización de los derivados hay una gran parte del mercado (casi un 40% entre las dos) que controlan Esso y Shell. La Esso, que pertenece a la Standard Oil de Rockefeller, parece haber entendido el mensaje e hizo trascender a través de Clarín, que estaría dispuesta a venderles su parte. En cambio Shell ha dicho que no lo haría, por lo que el gobierno de Kirchner ha intensificado sus “aprietes” sobre la misma.
Con esta política lo único que va a lograr es que aumente la falta de gasoil, naftas, etc. Sabemos lo que son los monopolios imperialistas. De la única manera que se puede resolver esta contradicción es nacionalizando y estatizando todo el petróleo y el gas, con el control de sus trabajadores y el pueblo.