Significa acercarse a lo más profundo de la humanidad, fundirse con los más hondos dolores del pueblo.
Hacerlos carne, tierra, techo y larga jornada de trabajo.
Significa crear desde el sufrimiento, pero también desde las conquistas.
Significa crear con potencial revolucionario obras que dibujen la realidad, pero también ejemplifiquen los amplios caminos victoriosos que encontraremos al andar.
¿Por qué es necesario que nos construyamos a nosotros mismos como artistas revolucionarios?
Porque la revolución necesita un cambio cultural profundo. Necesita que el pueblo tome en sus manos el poder. Que reconozca su potencial, y se dirija a sí mismo. Y necesita para eso de todas las herramientas, las ideológicas y las que interpelan las emociones, las carencias y las hazañas. Es decir las expresiones artísticas.
¿Qué significa ser un cantor revolucionario?
Significa ponerle voz a las miles de voces, a las miles de historias.
Significa empoderar la canción, significa hacer la revolución desde la poesía, la métrica y la rima.
Rafael Amor era un cantor revolucionario.
Un artista revolucionario.
Un comunista revolucionario.
Pagó los precios que tiene el sistema para los artistas que abiertamente expresan sus ideas.
Y con ello nos regaló la certeza a todos los que creemos que el único camino para tener una cultura popular, democrática, científica, diversa, y revolucionaria es la creación. Producir obras propias y no alejarse ni “tantico así” de las necesidades del pueblo, que deben ser cantadas, y por lo tanto… cambiadas.
Hasta siempre camarada.
escribe Canela
Hoy N° 1798 15/01/2020
