Roque fue un obrero clasista, fiel a su clase siempre. Fue trabajador metalúrgico en la fábrica Santa Rosa en el Gran Buenos Aires. Peronista en su juventud, empezó a conocer el comunismo de su gran amigo el Vasco. En Bahía Blanca fue dirigente de los trabajadores ladrilleros. Después se vino al Valle, junto con Elcira y sus hijos a cuesta.
Luego se afilió al PCR y encabezó, como secretario general de la Uatre Gral. Roca, una de las más importantes experiencias clasistas de los trabajadores rurales en la región e incluso en el país. Se practicó la democracia sindical, con asambleas, delegados por chacra y paritarios con mandato de las bases. Así, Roque dirigió en la cosecha 1988 una lucha por aumento de salarios, con las principales chacras tomadas por los trabajadores. Posteriormente cortaron la ruta 22 y acompañados por rurales de Cervantes y Allen invadieron el pueblo una columna de más de 500 trabajadores. A la cabeza Roque Fuentes, junto a Crescencio Muñoz y otros.
Esa lucha triunfó y fue una de las pocas veces que los rurales rionegrinos le torcieron el brazo a los terratenientes del Valle. Se le escuchó decir a Roque alentando a los trabajadores rurales: “¡a luchar, compro miedo!”. Y esta es la frase que define a Roque: un obrero comunista que siempre defendió con orgullo los intereses de su clase.
Hasta la victoria final. Siempre te recordaremos, Roque.
