Los rumores de violación en manada se multiplicaron y así también la bronca de su familia y vecinos, que enardecidos por el hecho aberrante, se manifestaron ante la comisaría donde se encontraba el único detenido. Y allí familiares y vecinos fueron reprimidos.
Ser joven y mujer es factor de riesgo
Milagros es una piba humilde del barrio Ludueña, de tan solo 15 años. Ese sábado por la noche, con su familia y sus vecinos festejaban sus quince años, después de muchísimo esfuerzo. En la madrugada del domingo notaron que Mili no estaba en la fiesta y salieron a buscarla, la encontraron en muy mal estado de salud, con hemorragias producto de una brutal agresión sexual.
A Mili la habían llevado de su fiesta de cumpleaños y agredido sexualmente de una manera brutal. El hecho toma una macabra relevancia, no solo por la gravedad de las lesiones, o lo salvaje de la agresión, sino porque un grupo de varones lo pactaron y eligieron como víctima a una joven en la misma noche de su cumpleaños.
En las primeras horas se atribuyó la gravedad de las lesiones a una violación en manada. En lo que sigue todo fue vertiginoso, Milagros fue internada, el presunto violador detenido y familiares y vecinos se manifestaban en la comisaría. La noticia llegó a los medios principalmente haciéndose eco de los incidentes. Los vecinos y familia fueron reprimidos con un espectacular despliegue policial, pocas veces visto en el barrio. Mientras tanto, Milagros era sometida a cirugías y transfusiones de sangre, estaba en coma, inconsciente.
En aproximadamente 36 horas una familia humilde pasaba de festejar un cumpleaños a ser reprimida por la policía. En menos de 36 horas Milagros pasaba de la ilusión del vestido blanco a estar en coma. Un solo varón o una manada, eso lo revelará la investigación, marcó la vida de una piba tan brutalmente que terminó en terapia intensiva.
El protagonismo popular
Es importante destacar que fue gracias a que rápidamente familiares, amigos y vecinos salieron a buscar a Mili, que ella logró salvar su vida, así lo indicaron los profesionales de la salud que recibieron a la familia en el Hospital Eva Perón.
Al día siguiente una gran multitud se manifestó en la comisaría, esta manifestación, y la injusta y espectacular represión recibida, llevó esta noticia a los medios de comunicación locales.
En lo que siguió hubo una nutrida manifestación al Centro Penal Judicial en la mañana del lunes 15, y una masiva manifestación de más de 1.500 personas en el Barrio Ludueña el martes 16 por la tarde. Mientras tenía lugar esa manifestación, se detuvo al segundo sospechoso y se pidió captura para cuatro personas más, tres sospechosos de participar en la violación y la madre del primer detenido, sospechada de encubrir el hecho.
El lunes 21 se realizó otra masiva marcha a los tribunales de Rosario. La marcha recorrió las calles del centro de Rosario al grito de: “Si tocan a una, respondemos todas” con un gran protagonismo barrial. Luego de la cual se entregaron la totalidad de los sospechosos restantes.
El 4 de enero se realizó otra masiva manifestación en Barrio Ludueña, ya que se siguen necesitando testigos de lo ocurrido y se escribió en el frente de la casa donde ocurrió este terrible hecho “Futuro Centro de Mujeres”.
Nos tocan a una respondemos todas
La investigación sigue en curso, algunos detalles del caso aún no están claros. Y la lucha sigue, hasta saber qué le pasó a Mili esa noche, hasta lograr justicia, pero sobre todas las cosas hasta que haya ni una sola Milagros más.
En Rosario, más precisamente en barrio Ludueña, una familia, sus vecinos y los movimientos que los acompañan, tienen claridad de que luchar es la forma de conseguir justicia para una joven mujer. Nosotras sabemos que la violencia contra las mujeres existe desde hace miles de años en diferentes formas y diferentes magnitudes, pero algo cambiamos, rompimos el silencio.
Hoy N° 1847 13/01/2021
