Terminamos con una negociación desfavorable. Se ha cobrado un 25% de incremento salarial, casi un tercio es en sumas fijas. Esto es importante señalarlo porque distorsiona la escala salarial. Por ejemplo, al no aplicarse la adhesión a zona desfavorable y los adicionales por título de posgrado. Dicho de otra manera: los docentes que cobran zona desfavorable no cobran el 25%, cobran un 21-22%. Ahí estamos 15% por debajo de la inflación. Y hay una cláusula de revisión para diciembre-enero, en ese momento vamos a estar un 20% por debajo de la inflación. Así que el gobierno está aplicando el ajuste.
Lamentablemente, la firma de las otras federaciones le facilitó ese camino al gobierno y vamos a un inicio del año académico el año próximo que va a ser conflictivo si se mantiene esta depreciación tan fuerte de los salarios.
Para febrero estamos convocando a una reunión de la Federación, para analizar la situación como esté, y ya advertimos que el normal funcionamiento de la actividad académica va a estar comprometido si se mantiene esta diferencia salarial tan fuerte. La paritaria 2019 es en marzo, por lo tanto, nos preparamos para defender el salario en febrero-marzo del año que viene.
El gobierno para tapar esta situación decidió unilateralmente el bono de fin de año para los docentes universitarios, armar una escena con las otras federaciones para que parezca todo un acuerdo, y tapar la vergüenza de haber firmado por el 25%, por un porcentaje tan bajo. Lo que nosotros decimos que no pueden tapar con el bono el deterioro salarial tan profundo.
Las perspectivas para el año próximo, con el presupuesto aprobado en el Congreso es un ajuste muy fuerte, con lo cual el desafío va a ser mes a mes, reclamar el presupuesto para que las universidades puedan funcionar normalmente. Así se hizo en el comienzo de año de 2016 y 2017, y logramos abrirle la mano al gobierno, consiguiendo el envío de refuerzos presupuestarios para el normal funcionamiento. Con el presupuesto de ajuste aprobado, estamos de acuerdo de que ese va a ser el tono de todo el primer cuatrimestre.
Más allá de que nuestra situación salarial no coronó satisfactoriamente, nada va a ser igual en la universidad argentina después de haber protagonizado durante el año las movilizaciones más grandes universitarias en la historia. Por lo tanto, es un piso del que no se va a bajar ni se va a retroceder. Eso tuvo como protagonista al movimiento estudiantil muy grande. Porque entendió que estaba en peligro el derecho a estudiar y la universidad pública. Eso abre muy buenas perspectivas para enfrentar el ajuste que está imponiendo el gobierno.
Hoy N° 1748 19/12/2018
