“Yo vine a tener esta lucha porque tengo mucha necesidad. Yo necesito machete y hachas, porque trabajo en artesanía, y como trabajo en la huerta también necesito regaderas y mangueras. Tengo la huerta cerca del barrio La Paloma.
“Yo trabajé toda la vida en el campo, y no puedo firmar el papel, tengo reserva y no tengo título. Estoy dentro de la tierra comunitaria de los wichí en El Sauzal.
“Mi familia no tiene trabajo y nada de beneficio. Yo estoy en el beneficio que me dio la lucha. Por eso vengo a esta lucha. Yo dependo de mi plan y tengo cuatro hijos jóvenes que siempre trabajan ladrillo, ellos también necesitan de todo, como carretilla. Porque usan una carretilla que le prestan, y si tienen que entregar y no tienen carretilla, no puede construir y no tiene beneficio.
“Tengo también una hija, que me acompaña siempre, con la que teníamos un merendero. Pero hace mucho que le cortaron la mercadería. Y ahí teníamos 40 chicos y dos abuelas. Ese merendero lo habíamos conseguido en la otra lucha.
“Yo estoy en la organización desde la marcha del 2011. Fuimos a Buenos Aires en tiempos de Macri, cuando se consiguió la Ley de Emergencia.
“Yo de chica me fui a la escuela. Mi hija está en el colegio, y está estudiando. Le falta un año. Nosotros estamos muy preocupados por los jóvenes, por eso queremos conseguir algo en esta lucha. Porque en El Impenetrable no puedo conseguir trabajo. Fui a pedir al municipio y dicen que no hay.
“Y en la huerta sin herramientas no se puede trabajar. Cuando podemos conseguir semillas sembramos zapallo, sandía, verdura. Cuando están mis hijos ayudan en la casa”.
Élida es delegada de la Federación Nacional Campesina en El Sauzal, y cuenta que conoció a Mártires López, el gran dirigente de la FNC y el PCR muerto en un hecho no esclarecido en el 2011, tras la primera marcha de El Impenetrable. “Estuve en su despedida, también, con otros compañeros.
“Ahora vuelvo la casa muy contenta, porque se logró todos los objetivos. Porque se necesita el merendero para los chicos. A veces mi nieta pregunta cuándo se consigue leche, cuando vuelve el merendero. Yo le digo que voy a seguir luchando, y que van a volver el merendero, que funcionaba sábado y domingo. También pedimos olla para el merendero.
“Trabajo en artesanías, porque a veces vienen de la ciudad y compran, pajaritos y otras cosas que hacemos, en madera y también en chagua, carteritas, cortinas, de todo. Son muchas señoras que hacemos eso. A mí me enseñó mi mamá. Y es bueno porque vendemos y ayuda para comer”.
Sobre la asamblea que aprobó lo que se había conseguido, y levantar el acampe, cuenta Élida que “La asamblea estaba bien. Porque antes decían que el gobierno no nos iba a atender a nosotros, pero logramos cosas, gracias a dios. Yo estoy en una iglesia evangélica, y vienen una vez al año unos chinos de Buenos Aires, que traen donaciones para los chicos.
“Ahora vuelvo contenta para llegar a nuestro lugar, y con lo que conseguimos, vamos a estar un poco más tranquilos”.
hoy N° 2025 04/09/2024
