El viernes 4 de octubre, el gobierno nacional anunciaba el recorte de los servicios de guardia e internaciones del Hospital de salud mental Laura Bonaparte en CABA, como paso previo a un cierre total.
Este gobierno ajustador no vaciló en dejar sin atención a miles de pacientes, ni siquiera teniendo en cuenta la situación de los internados.
La reacción de los trabajadores fue inmediata. Rechazaron el cierre y convocaron a la comunidad a defender el hospital. ATE se sumó al reclamo, y ese mismo 4 y durante todo el fin de semana creció la solidaridad y la movilización.
El Hospital, ubicado en el barrio de Parque Patricios permaneció ocupado por sus trabajadores, que garantizaron el funcionamiento de servicios y guardias, con protestas crecientes, hasta que el miércoles 8 el gobierno nacional, a través de la viceministra de salud, anunció oficialmente que el Bonaparte no se cierra, y la continuidad laboral de los más de 600 trabajadores está garantizada.
Este triunfo de las y los trabajadores se dio en el medio de la generalización de la lucha de sectores de la salud. Porque el ataque del gobierno nacional se extendió al Hospital Garrahan, donde el nuevo ministro de Salud, Lugones, echó a los directores por otorgar un bono a las y los trabajadores, que vienen reclamando desde hace meses por aumento salarial.
El jueves 10 de octubre se realizó una gran marcha de las y los trabajadores de la salud a Plaza de Mayo. En el Día de la Salud Mental, denunciaron el ataque del gobierno a esta área y al conjunto de la salud pública.
Desde ATE y los sectores en lucha denunciaron que el gobierno de Milei ajustó en un 40% el presupuesto en salud en el 2024, y que, según el presupuesto presentado para el 2025, el financiamiento a esta cartera se reducirá otro 18,2%.
hoy N° 2031 16/10/2024
