Canción de cuna
Mecer, mecer ¡mi niño, mi niño! Duerme de prisa, estate quieto. Tu papá ha salido para ser soldado contra los japoneses, para matar al enemigo. Los enemigos son dioses furiosos de mala entraña: incendian las casas, nos atropellan. Olvidar no es posible la deuda de sangre. Duerme de prisa, papá va a matarlos. Cuando […]
VER MÁSMi verso mejor
El público arroja sus preguntas hirientes, insiste en un desafío de papeletas. “Camarada Maiacovski, lea su mejor verso.” Mientras pienso, tomado de la mesa, quizás leerles éste, o tal vez aquél. Mientras revivo mi viejo arsenal poético y muda, en silencio, la sala espera, el secretario de “El obrero del Norte” murmurándome al oído […]
VER MÁSMujeres de Pekín
¡Mujeres de Pekín! ¡Qué admirables y discretas son! Me las encuentro en todas partes, lo llenan todo llevando hijos de cualquier tamaño, niños envueltos en telas multicolores, encapuchados, amorosamente protegidos del frío. Llevan, si son mayores, un largo gabán hasta los pies que ha de servirles sin duda mucho tiempo mientras crezcan y servirá a […]
VER MÁSPor los campos y los caminos
Aquí ya no se puede dar un paso que sea inútil, dar un paso que no tenga sentido. Si contemplais el suelo, no existe una pulgada, que no guarde la forma humana de una huella. Veloz, todo se afana, todo se multiplica. Nada, por más pequeño que sea, yace inmóvil. Mirad. Tan solamente el […]
VER MÁSMujeres de Pekín
¡Mujeres de Pekín! ¡Qué admirables y discretas son! Me las encuentro en todas partes, lo llenan todo llevando hijos de cualquier tamaño, niños envueltos en telas multicolores, encapuchados, amorosamente protegidos del frío. Llevan, si son mayores, un largo gabán hasta los pies que ha de servirles sin duda mucho tiempo mientras crezcan y servirá a […]
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Aquí ya no se puede dar un paso que sea inútil, dar un paso que no tenga sentido. Si contemplais el suelo, no existe una pulgada, que no guarde la forma humana de una huella. Veloz, todo se afana, todo se multiplica. Nada, por más pequeño que sea, yace inmóvil. Mirad. Tan solamente el […]
VER MÁSDe Tingchou a Changshá
En junio(1) nuestras tropas celestes castigan la corrupción y el mal, con su larga cuerda sujetarán al mostruo marino y al pájaro fabuloso(2). Al otro lado del río Gankiang toda una región se vuelve roja: confiamos en Juang Kung-lué(3) para cubrir ese flanco. Un millón de obreros y campesinos atacan y barren Chiangsí, y […]
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