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03 de noviembre de 2010

Entrevista a Walter Quinteros, trabajador tercerizado del Roca, realizada en el programa radial “Nadie nos invitó”, el mismo día del asesinato de Mariano Ferreyra.

“Nosotros somos ferroviarios»

Hoy 1342 > Tercerizados del Roca

—Queremos profundizar en la situación de ustedes, y en su lucha.

—Queremos profundizar en la situación de ustedes, y en su lucha.
—Nosotros venimos reclamando hace ya seis meses. Venimos en un plan de lucha todos los trabajadores tercerizados de las distintas empresas que prestaban servicios para el ferrocarril Roca. Hoy queríamos reclamar por un acta que se había firmado en el corte anterior por parte del subsecretario de Transporte Luna, en la que él nos garantizaba la reincorporación de los 120 despedidos, de los cuales sólo 12 se pudieron reincorporar. El resto, ni noticias tuvimos. Por eso íbamos a Avellaneda a cortar, para poner en los medios de vuelta que las negociaciones habían fracasado, y que queríamos la reincorporación de todos los trabajadores.
 

—¿Podés contarnos qué significa ser un tercerizado del Roca?
–Nosotros trabajamos con una precarización laboral que todos conocen. El que trabaja en una empresa tercerizada sabe de qué se trata. Bajos sueldos. No tenemos condiciones necesarias para trabajar. Los de limpieza estamos en covachas inhabitables, donde convivís con las ratas. Te falta la ropa adecuada. No tenés botiquines, cofres. Más allá de todo esto, estábamos reclamando una estabilidad laboral, donde peleamos pasar al convenio de la Unión Ferroviaria.

 

—¿Cuál es el salario de un trabajador tercerizado, y cuál el de un ferroviario efectivo?
–En el momento que fui despedido yo estaba en $2.300 y un empleado ferroviario en $4.500. Nosotros teníamos promedio tres años de antigüedad en las empresas. Todos los años nos prometían, el otro pasan, el otro pasan. Mientras siga la burocracia ésta, nosotros vamos a seguir ajenos a esto y llenándoles los bolsillos a los demás. Esto es un gran negocio, y está subsidiado por el Estado.

 

—Hablemos un poco del sindicato que ustedes. Está claro por lo que se vio hoy, pero ¿qué respuesta formal le da a los trabajadores tercerizados?
–Yo estoy en limpieza de estación. Pertenecemos al Sindicato de Maestranza. Y no puede ser que exista un Sindicato de Maestranza en Ferroviarios. Queremos ser todos del mismo gremio. Además del de maestranza está la Uocra, hay cooperativas que están dirigidas por la misma gente del ferrocarril.

 

—¿La dirección de la Unión Ferroviaria está ligada a los negocios en el ferrocarril?
–Hoy por hoy tenés que pensar que sí, porque si no, no entendés las cosas que están pasando, que te manden una patota para no dejar que cortemos las vías, cuando es el único medio que tenemos para que nos atienda, porque ya fuimos boludeados por el subsecretario Luna, por Pablo Díaz, que salió a decir que no tiene nada que ver, cuando se lo vio hoy en Constitución, y es el que organiza siempre las patotas.

 

—¿Tenés información de a quiénes está ligado políticamente este sindicato?
–Si tuviera la certeza ya lo estaría diciendo. Esto responde a la burocracia sindical, la Verde tiene que ver. Nosotros nos sentimos ferroviarios, porque hacemos trabajo de ferroviarios. Hicimos todos los reclamos legales que teníamos que hacer, pero en el Ministerio de Trabajo está Tomada, que en su momento fue abogado de Pedraza, así que no tenemos respuesta por ningún lado. Lo nuestro es un negocio redondo. Por cada empleado que cobra 3.000 pesos, ellos facturan el doble. Imaginate que se les acaban las vacaciones, el cambiar el coche todos los años.

 

—¿Cómo va a seguir el movimiento de los tercerizados?
–Hoy más que nunca tenemos que reivindicar a la clase obrera y tratar de lograr nuestro objetivo de pasar a planta permanente bajo el convenio de la Unión Ferroviaria, para reivindicar que la muerte del compañero Mariano no fue en vano. Este compañero nos apoyaba en la causa nuestra sin ser ferroviario. Nosotros hoy más que nunca, los trabajadores tercerizados despedidos tenemos que seguir con esta lucha. Nosotros pedimos el puesto de trabajo que teníamos.