Un compañero me envió un mail muy interesante, con comentarios sobre nuestros artículos sobre la relación de Artigas con el negro Ansina, su lugarteniente y cuadro político de raza negra, cuya existencia y papel político se encuentra bastante oculto en la historia oficial, tanto argentina como uruguaya.
Un compañero me envió un mail muy interesante, con comentarios sobre nuestros artículos sobre la relación de Artigas con el negro Ansina, su lugarteniente y cuadro político de raza negra, cuya existencia y papel político se encuentra bastante oculto en la historia oficial, tanto argentina como uruguaya.
Transcribimos algunos parágrafos del mail recibido, entendiendo que es un aporte importante para la tarea de divulgación que intentamos hacer en esta columna: “Cuando Artigas, después de su derrota ingresó al Paraguay, lo hizo con un contingente de lanceros negros. Sobre la cantidad hay distintas versiones en las fuentes historiográficas, algunos hablan de 200, 250 o 400. Lo cierto que el Dr. Francia, que gobernaba Paraguay en ese momento histórico, al mismo tiempo que confinó a Artigas en un convento, no aceptó el ingreso de todos. Los dispersó, algunos (80), fueron asentados a kilómetros de Asunción, donde se les dio tierras, con la prohibición de salir después de las 18 hs. con la amenaza de ser azotados hasta la muerte. El lugar es Campamento La Loma, que pasó a llamarse con la voz guaraní Cambacuá (cueva o agujero de negros). Esta comunidad afro desarrolló fuertes vínculos con el Uruguay, y mantuvo su cultura, su candombe, y sus tambores hasta hoy. Eran llamados Artigas Cué (pueblo de Artigas). Si bien ésta es la más conocida, no es la única, ya que en Paraguay se registran siete comunidades afro-descendientes.
Hubo un afluente negro que también ingresó en el Paraguay, que eran esclavos fugados de Brasil. Estos negros artiguistas y sus descendientes pelearon en la guerra de la Triple Alianza del lado paraguayo, en un batallón apodado Nambí (oreja chica).
Fueron reprimidos en diferentes instancias por gobiernos paraguayos. Cuentan algunos viajeros que los han visitado años atrás, que los más ancianos todavía se conmueven y hablan con orgullo cuando mencionan a Artigas “el que todo lo sabe”.
En cuanto a Ansina (Lencina), era miembro del Estado Mayor, junto con Martínez, del batallón de Pardos en el Regimiento de Blandengues, recorrió y acompañó a Artigas toda la vida desde que éste le dio la libertad. Actuó como un líder negro y lugarteniente del mismo y no “sólo para cebarle mates”.
Algunos historiadores lo rescatan como, payador, arpista y poeta, como uno de los primeros de las guerras de la Independencia junto con Bartolomé Hidalgo. Siguió a Artigas hasta la muerte del caudillo, y murió casi centenario”. Se agradece profundamente los aportes contenidos en el mail recibido.