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10 de octubre de 2018

Un dólar recontraalto y tasas de interés susperelevadas

El “plan doble cero”

Como analizamos en nuestra edición anterior, el nuevo pacto de sometimiento al FMI compromete una política de libertad cambiaria, una política fiscal de “cero déficit” y una política monetaria de “cero emisión”, por lo que se lo llama el “plan doble cero”.

La política de libertad cambiaria se instrumenta con una amplia banda de libre flotación del dólar ajustable a un 3% de devaluación mensual, es decir una “tabla cambiaria” móvil para dar certeza a las colocaciones en dólares y tranquilizar el mercado. Al tiempo la política monetaria, de congelamiento de la cantidad de dinero en los billetes en circulación y depósitos a la vista (la llamada base monetaria), se instrumenta con la tasa de interés que paga el Banco Central con las Letras que vende a los bancos (la Letras de Liquidez, o Leliq), a una tasa tan alta como la requiera el congelamiento de la base monetaria. Una nueva edición de la “cuenta de regulación monetaria” de la época de Martínez de Hoz bajo la dictadura militar de Videla, que llevó a la crisis de 1980/81 (nota en pág. 12).

Con la proyección del precio del dólar para el futuro, en una especie de “convertibilidad” móvil y sin techo para las tasas de interés (en una nueva versión de la “tablita cambiaria” móvil, también de la época de Martínez de Hoz), lo que se trata es de atraer dólares que buscan las jugosas utilidades financieras que ofrece la “megatasa”. Es decir se recrea una nueva bicicleta financiera, ahora a tasas de interés para los pesos muy superiores a las que imperaron hasta la crisis de las Lebac iniciada en abril de este año. Además, se estimula a los tenedores de pesos y depósitos a la vista para que depositen a plazos fijos con tasas más elevadas y pago de los intereses cada 30 días, lo que quitará aún más recursos a la inversión productiva y al consumo favoreciendo aún más la inversión especulativa (lo que también recuerda la llamada “plata dulce” de la época de Martínez de Hoz).

 

Una nueva “bomba de tiempo”

Como fueron hasta marzo las Lebac, hoy el instrumento principal del Banco Central son las Leliq a mayores tasas. Su stock (volátil de por sí por ser instrumentos con vencimientos a 7 días) ha venido creciendo fuertemente desde el inicio del desarme de “la bola de Lebac”, y se aceleró en estos últimos días: pasó de $315.000 millones promedio en septiembre a unos $500.000 millones la semana pasada.

En tanto la tasa de interés de las Leliq pegó un salto, desde el 60% en el que se mantuvo durante todo septiembre (en agosto, era del 45%) hasta más del 74%. Dada la frecuencia semanal de su licitación, considerando la capitalización de los intereses esa tasa equivale a una Tasa Efectiva Anual (TEA) en torno al 105%. El crecimiento potencial que implica un stock de Leliq creciente y pagando semejante tasa anual, en alza en las últimas licitaciones, implica que, para mantener la tasa de crecimiento de la base monetaria en cero, se genera un potencial crecimiento de circulante, cuya absorción requerirá aún mayores tasas en el futuro.

El impacto de las elevadas tasas de interés –positivas en 20% o más– sobre la actividad económica augura transformar la estanflación (estancamiento con inflación) en una gran depresión con mayor inflación. La conexión entre costo de crédito y capital de trabajo de las empresas hace que el impacto estanflacionario sea rápido y agudo. Lo más inmediato será una mayor caída de la inversión, la producción y el empleo, y no la baja de la inflación. Más cuando todavía sigue operando el traslado a precios de la maxidevaluación y se mantienen sin cambios la indexación de contratos y las subas persistentes de combustibles y tarifas públicas. Todo esto en medio de la fuerte presión de los trabajadores para recomponer los salarios reales y lograr que no caiga todo el peso del mayor ajuste inflacionario sobre ellos. Urge profundizar las luchas y avanzar en su coordinación para torcerle el brazo a esta política de Macri y el FMI peleando por conquistar otra política y otro gobierno, como planteamos desde el PCR y el PTP en el frente político En Marcha.

 

Escribe Eugenio Gastiazoro

Hoy N° 1738 10/10/2018