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24 de octubre de 2018

Crónicas proletarias N° 326

La Unión Sindical Argentina (1)

Tras el último congreso de la FORA sindicalista, a comienzos de 1921, se mantuvo activo el Comité de Unificación o Comité de Unidad. Este Comité, en un principio se había previsto que se conformara con cinco miembros de la FORA sindicalista (uno de ellos de la Federación Obrera Marítima, quien había propuesto la unidad), cinco de los sindicatos autónomos y cinco de la FORA V Congreso, hegemonizada por los anarquistas. A poco de andar la mayoría de los “quintistas” habían desistido “porque, para los anarquistas, no podía haber fusión sin el previo reconocimiento de sus ideas y tácticas” dice Rubens Iscaro en Origen y desarrollo del movimiento sindical argentino (pag. 132). Sebastián Marotta, dirigente de la corriente sindicalista y autor de El movimiento sindical argentino, expresó por su parte que la FORA V Congreso realizó un referéndum en el que rechazó de plano “todo propósito de unificación”, repitiendo los anarquistas los “factores de frustración” de otros intentos unificadores de las centrales obreras, como los intentados en 1907, 1909, 1912 y 1915.

Ya disminuido, el Comité de Unificación siguió su labor, convocando a un Congreso de Unidad entre el 6 y el 13 de marzo de 1922. Según Marotta, participaron 102 sindicatos afiliados a la FORA sindicalista, 60 autónomos y 14 afiliados a la FORA anarquista. La descripción que hace el líder sindicalista del desarrollo de este congreso muestra la profundización de los debates entre los sindicalistas, cada vez menos revolucionarios y más reformistas, que ponían el sindicato por encima de todo, y los dirigentes sindicales socialistas y comunistas, que defendían su participación en política, si bien la reducían a las elecciones parlamentarias y de concejales.

Además, las actas del “Congreso de Fusión” revelan un despegue de las reales necesidades del movimiento obrero de la época, ya que hay sesiones enteras dedicadas al debate de cuestiones secundarias, como las credenciales de los delegados, si las votaciones eran por delegado o por sindicato, o si las sesiones debían hacerse con o sin presencia de la barra.

De la hegemonía sindicalista en dicho congreso, del que nacería la Unión Sindical Argentina, un congreso de “accidentado desarrollo” como reconoció Marotta, da cuenta el artículo 3 de la Carta Orgánica, que establecía: “la única vanguardia revolucionaria del proletariado argentino la constituyen los aguerridos sindicatos que integran la USA, haciendo suya la tesis, todo el poder a los sindicatos, para el caso de una efectiva revolución”.

 

Hoy N° 1740 24/10/2018