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02 de octubre de 2010

Continúan la lucha por $ 2.300 de básico, reincorporación de los cesantes, efeectivización de los contratados y recategorización.

Los trabajadores resguardan su fuente de trabajo

La Plata: Hilandería Mafissa.

Ya son 300 los despedidos. La empresa paró las máquinas. Un gran cartel sintetiza a quienes enfrentan en su lucha: “Kirchner y Curi basta de sueldos negreros. $2.300”.
Según informamos en “el hoy”, como lo llaman los trabajadores de Mafissa, concluida la conciliación obligatoria, (19/05), con la actitud patotera que la caracteriza, la empresa intimida con el despido a 5 compañeros, a la vez que refuerza la seguridad, contrata policías, etc.
El viernes 18/05 comenzaron con paros de dos horas por turno. Previamente, y con un gran esfuerzo, se logró el aval del gremio local y nacional.

Si tocan a uno…
Nos contaban los compañeros en el playón: “El fin de semana del 19 y 20 estuvo lleno de incertidumbre, la situación era tensa, se esperaban despidos. La propia empresa paraba progresivamente las máquinas”.
El lunes al ingreso del turno noche (22 hs) despiden a los 5 compañeros. ”Hay más de 250 intimidaciones”, “la empresa ordenó a jefes y supervisores apagar las máquinas, teníamos miedo por nuestro laburo”. “Nosotros en asamblea reafirmamos que “si tocan a uno nos tocan a todos”. “Amanecimos con ellos. El turno que debía salir se quedó en la planta. Afuera ya estaban los de franco. Dos turnos adentro y dos turnos afuera”.
“Decidimos permanecer en la fábrica. Los compañeros que venían llegando se incorporaban”. “Nos hicimos cargo de la guardia”. “Teníamos claro”, decían los compañeros, “que había que cuidar las máquinas y la fábrica toda, porque íbamos a volver a trabajar y porque temíamos provocaciones de la empresa y que nos acusaran de daños”. ”Invitamos a los jefes y supervisores a retirarse para evitar cualquier boicot”
El martes se presenta ante el Ministerio de Trabajo una denuncia por lockout patronal, dado que eran ellos los que pararon las máquinas. Esto se informa en asamblea en puerta de fábrica. Hay preocupación en la gente por organizarse bien, “esto va para una lucha larga” decían, “No podemos quedarnos todos todo el tiempo”.
Se organizan por turnos, “hay que descansar y estar con la familia, también hablar en el barrio”. “Otro problema es el fondo de huelga, imprescindible para mantenerse en la fábrica y para que los compañeros puedan llevar algo a la casa para alimentar a su familia”. “Tampoco podemos descartar el desalojo”, decía un miembro de la interna. Se toman medidas organizativas en ese sentido.
La participación de la gente en la asamblea es mucha. Firmeza en la mayoría, muchas opiniones. ¿Qué pasa si ponemos a funcionar nosotros la fábrica? Pregunta alguien. “Adentro es igual”, nos comentan, hay mucha responsabilidad, se cuidan las máquinas, se limpian. Los telegramas ya llegan a 300. Luego se transforman en despidos, incluido los delegados.

Crece la solidaridad
El jueves 23 a las l8 hs se realiza una reunión en la puerta de la fábrica de la Multisectorial de La Plata, Berisso y Ensenada. Se hacen presentes numerosas organizaciones sociales, gremiales, políticas que se solidarizan con la lucha de Mafissa y que integran la Multisectorial (trabajadores del Astillero Río Santiago, Suteba, del Oncológico, HIJOS, estudiantes de la FULP, Centros de Estudiantes con dinero para el fondo de huelga, Correpi, ATE, Acetato, FATE, etc.). Un grupo de campesinos de la Asoma y desocupados de la CCC se hicieron presentes con verduras y alimentos para sumar a la olla. Como dijo el secretario de Asoma ”Nos ponemos a disposición de lo que decidan los compañeros de Mafissa”.
Mientras tanto la empresa busca excusas para el desalojo. Se suceden las inspecciones tratando de comprobar daños en las máquinas. El 25 de Mayo se presenta la policía y los bomberos para una nueva inspección ante una denuncia de fuga radiactiva en una de las secciones (flor de excusa para evacuar). Recorren todo durante horas con la interna, los delegados y la abogada. No encuentran nada. ”La fábrica está lista para ponerla en marcha, las máquinas relucientes, una limpieza total”. Así consta en las actas que se levantaron el 24 y el 25.

Tomar las decisiones entre todos
Hay una preocupación permanente sobre quién toma las decisiones, desde las más pequeñas a las más grandes.
“Nuestra experiencia, aunque corta,” nos decían los compañeros mientras armaban la olla para el guiso” es que con las asambleas donde todos podemos decidir, con los delegados de sector que estamos organizando como comisión de lucha, y  una interna combativa que respeta la decisión de los compañeros hemos podido hacer todo lo que hicimos. Unirnos y salir a luchar por un salario digno.” “Por eso en este momento tan jodido tenemos que seguir en esa. Tenemos que discutir todo y tomar las decisiones entre todos”.
“Todo, desde las cosas más importantes, hasta lo que dicen los “trapos”, las iniciativas, todo debe pasar por las asambleas y los delegados”, “Por eso vamos a hacer asambleas dos veces por día”.
“Esta es una gran pulseada. Luchamos contra los topes de salario que quiere imponer Kirchner y contra una empresa que en su historia ha demostrado ser capaz de cualquier cosa para esclavizar a los trabajadores”. “Para colmo no podemos contar con el Sindicato y casi toda la prensa nos ignora o miente sobre nosotros”. “Pero tenemos mucha fuerza”. “Estamos muy unidos”.
Además no están solos. Saben que son parte de un torrente de luchas que sacude el país, y saben además que la sociedad de La Plata, en especial los trabajadores, los estudiantes, los campesinos miran con esperanza y empiezan a hacer suya una lucha que ya está inscripta en la historia de las grandes luchas obreras de la zona.


UN TRABAJADOR CUENTA QUE PASO LUEGO DE LOS DESPIDOS
“Podemos trabajar sin dueño”

Fue un día histórico en nuestra lucha, teníamos dos turnos adentro, algunos jefes no trabajaron, los más pro patronales se hicieron los valientes y entraron caminando, custodiados por la infantería a una distancia de 80 metros, como desafiando a los que estábamos en el corte de la avenida 44. La mañana había sido dentro de todo llevadera a pesar de que los jefes hacían correr el rumor que la fábrica cerraba definitivamente creyendo sembrar miedo, pero qué miedo podemos tener si nuestra lucha es justa, aparte, de ser cierto el rumor de cierre, estamos capacitados para trabajar con dueño o sin dueño.
Ya por la tarde comenzó a duplicarse la policía y la infantería. El jefe de personal Ricardo González ingresó custodiado por 8 policías de infantería con la intención de provocar a los compañeros que estaban en el portón. No hubo más que insultos, al igual que a todos los jefes que se retiraron.
La máxima tensión se vivió cuando González debía retirarse, ya que más de 400 trabajadores lo esperaban. Cerca de las 20, y luego de una ardua “negociación” con los delegados, quienes le dieron las garantías de que nada le iba a pasar “lo sacaron como lo que es, un delincuente”, coincidían los presentes, incluidos vecinos que se acercaron a solidarizarse con los trabajadores.