El último jueves del mes de junio fue el elegido por los compañeros de la Corriente Clasista Combativa y de las Cooperativas del Programa Argentina Trabaja para marchar al Ministerio de Desarrollo Humano en reclamo de soluciones, que no llegaban, para cubrir al menos algo “las necesidades básicas para una vida digna”, tal como exigía el petitorio presentado por los compañeros a la ministra Marianela Cansino.
El último jueves del mes de junio fue el elegido por los compañeros de la Corriente Clasista Combativa y de las Cooperativas del Programa Argentina Trabaja para marchar al Ministerio de Desarrollo Humano en reclamo de soluciones, que no llegaban, para cubrir al menos algo “las necesidades básicas para una vida digna”, tal como exigía el petitorio presentado por los compañeros a la ministra Marianela Cansino.
Entre los reclamos más sentidos y ganados al gobierno provincial figuraban el aumento y entrega de bolsones alimentarios y/o la entrega de tarjetas sociales; calzado y ropa para las comunidades del interior; agilización de los expedientes para la compra de herramientas para las localidades de Orán, Pichanal y Tartagal; implementos necesarios para los comedores que funcionan en los departamentos San Martín y Orán; y elementos deportivos como pelotas, conos y redes.
Además, se hizo especial énfasis en el traslado del hijo de la compañera Nora Segura, de El Carboncito (Embarcación), para que sea atendido en la ciudad de Salta, dado el abandono y crítico estado de salud por el que atraviesa, puesto que en el hospital zonal no encuentran turnos ni profesionales para su atención.
Se conformó el Frente de Cooperativas de Argentina Trabaja
Mención aparte merecen los reclamos de las Cooperativas de Argentina Trabaja. Compañeras y compañeros se unieron salieron a la calle “porque 2.000 pesos que cobramos no nos alcanza; fruto de la maldita inflación, y devaluación, que nos saquean el salario y nuestro poder de compra”, como plantean el documento presentado a la ministra.
Al pliego de reclamos lo firman las y los presidentes de las 26 cooperativas, de 30 integrantes cada una, que componen un flamante Frente de Cooperativas nacido para la lucha. Son en total 780 las familias que dependen de estas cooperativas y en la mayoría de ellas hay una mujer como jefa de hogar.
“Estuvimos dos años cobrando $1.200, y en agosto de 2013 comenzamos a cobrar $2.000. Hoy necesitamos cobrar $4.000 como mínimo”, reclaman en el petitorio. Otro punto planteado fue el de capacitación: “En este tiempo nos capacitamos, muchos comenzamos como ayudante y hoy somos medio oficial, oficial y otros, encargados de obra. Y lo principal defendemos la cultura del trabajo”.
Sin embargo, ninguno de estos avances fueron contemplados, ni reconocidos por los gobiernos de nación o provincia, y empujaron a la lucha a los cooperativistas quienes consideran que “nuestra mano de obra no es reconocida, no cobramos aguinaldo, no tenemos guarderías, no nos dan el refrigerio, entre tantas otras cosas; no estamos dispuestos a pagar los platos rotos de esta crisis que nosotros no contrajimos”, subrayan decididos.
El breve pero contundente documento cuestiona las exigencias del gobierno de más trabajo con el mismo sueldo y menos compañeros, ya que hace tres años comenzaron 1.020 personas y hoy trabajan sólo 780. Exigen: salario de $4.000 con aguinaldo; boleto gratuito para los desocupados y los que cobran un plan social; obra social real, no como la que tenemos; mejores condiciones de trabajo; que vuelvan a cobrar los 1.020 compañeros; altas por bajas; y que Argentina Trabaja sea para todos los departamentos de la provincia.