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02 de octubre de 2010

La lucha de los 2.700 trabajadores de Terrabusi Kraft ya entró por la puerta grande de la historia del movimiento obrero argentino.

Un paso adelante

Hoy 1289 / Dos meses de heroica lucha en Terrabusi Kraft

En estos 60 días las obreras y obreros de Terrabusi demostraron que esta empresa norteamericana no los iba a doblegar en sus planes de despedir 750 compañeros, eliminar el turno noche, aplicar las 12 horas, y liquidar conquistas en las categorías y condiciones de trabajo. Para ese objetivo querían barrer la Comisión Interna, el Cuerpo de Delegados e imponer una disciplina “carcelaria”.
Los 162 despidos del 18 de agosto fueron la punta de lanza de este nefasto propósito del primer monopolio de la alimentación de los EEUU -y segundo a nivel mundial-, de descargar la crisis sobre sus espaldas.
Pero el conjunto de los trabajadores, encabezados por la Comisión Interna y el Cuerpo de Delegados, le dijeron ¡No! y enfrentaron el ajuste. Esta decisión fue la que permitió mantener la planta parada durante 38 días, con los despedidos adentro, y realizar varias marchas y cortes en la Panamericana.
Esta unidad y decisión, que no pudieron quebrar pese a múltiples maniobras, obligaron al brutal desalojo con represión policial. Allí comenzó una nueva etapa, pero no pudieron detener esta justa pelea en defensa de la fuente de trabajo.
Estos 60 días dejaron en claro para millones los verdaderos planes del monopolio imperialista, desnudaron el doble discurso del gobierno kirchnerista, y mostraron el lamentable papel de la dirección del STIA, en una Argentina con 220.000 nuevos desocupados en los últimos meses.
  Sobre la base que el conflicto de Kraft puso al país al borde del estallido social, como se vio el lunes 28 de septiembre, se pudo aprovechar que los de arriba estaban muy divididos y el gobierno nacional estaba embarcado en la “madre de todas las batallas” con la Ley de Medios.
Esta es una lucha que se ganó la solidaridad de la mayoría de nuestro pueblo, porque muestra un camino para enfrentar los despidos, e hizo de masas la necesidad de una ley de emergencia ocupacional que prohíba los despidos, al menos por un año.
Esta solidaridad viene siendo expresada en decenas de marchas, cortes de ruta, actos, dinero, alimentos y un extraordinario apoyo, algunos de los cuales reflejamos en estas páginas. Los familiares de los despedidos son un puntal fundamental en el sostenimiento del conflicto.

Otra semana de cortes
La semana que pasó volvieron a realizarse cortes en todo el país en solidaridad con los trabajadores de Terrabusi. La CCC protagonizó 22 en Jujuy. En el Gran Buenos Aires la CCC cortó el Puente Pueyrredón en la zona sur, y Puente Saavedra en la Zona Norte. Desocupados y mayores de la Corriente acompañaron a los trabajadores en las audiencias del Ministerio de Trabajo.
Se realizaron marchas, cortes y actividades en Bahía Blanca, Comodoro Rivadavia, Trelew, Chubut, y Tierra del Fuego. Estudiantes universitarios volvieron a cortar calles en Capital Federal. Una masiva marcha acompañó a los trabajadores el jueves 15 hasta la Plaza de Mayo, donde se realizó un acto en el que hablaron compañeros de la Interna.
Los trabajadores petroleros de Skanska (Pan American) en Cerro Dragón realizaron un paro por dos horas el miércoles 14 en solidaridad con los trabajadores de Terrabusi y reclamando el cese de despidos. Se solidarizó también la Comisión  Iinterna y Cuerpo de Delegados de los trabajadores metalúrgicos de E. Gherardi e hijos SA, de Santa Fe.

Las audiencias en el Ministerio

La extraordinaria firmeza de los trabajadores y la solidaridad popular obligaron al gobierno nacional, a través del Ministerio de Trabajo, a abrir negociaciones en los últimos días. Se conquistó el ingreso de la Interna, la reincorporación de los primeros 30 compañeros, la salida de una parte de la policía, el cobro de los salarios caídos de todos los compañeros de adentro y el sobreseimiento de Hermosilla.
Así se llegó a las audiencias del miércoles 14 y el viernes 16. La empresa debió aceptar por escrito frenar los objetivos de su plan de despidos y “aprietes”. Pero siguió “embarrando la cancha” negándose a entregar la lista de los 40 compañeros a reincorporar y mezclando despedidos y suspendidos.
La Comisión Interna planteó un cuarto intermedio para poner el acta de la negociación a consulta de los compañeros despedidos, suspendidos, y del conjunto de los trabajadores en asambleas de turno.
El acta plantea en su primer punto el compromiso de la empresa a no producir despidos, y mantener las condiciones laborales y los turnos actuales. Además, se concreta la reincorporación de 40 compañeros (28 suspendidos y 12 despedidos), lo que significa un total de 70 compañeros reincorporados desde comienzos del conflicto.
Se plantea además que se inicia un proceso de revisión individual de los 52 compañeros aún no reincorporados, con la participación del Ministerio de Trabajo de Provincia de Bs. As., y los abogados de la Comisión Interna. Los 8 suspendidos restantes con un trámite en el Ministerio de Trabajo volverían a trabajar. Se reconoce a la actual Comisión Interna, hasta que se realicen las nuevas elecciones.
  Las dos asambleas realizadas en la planta (turno mañana y tarde) dieron mandato para firmar el acta, tratando de mejorar el acuerdo sobre la base de diferenciar los suspendidos con los despedidos. Esto último no fue posible.
La empresa, como durante todo el conflicto, sumó nuevas provocaciones. El mismo viernes 16 por la mañana prolongó las suspensiones por 15 días. Estos compañeros, de no haberse firmado el acta, hubieran quedado en calidad de despedidos porque sumarían más de 30 días de suspensión.

El objetivo de la Kraft

El objetivo de Kraft, desde el inicio, ha sido rechazar cualquier tipo de negociación. Todo lo que se consiguió en estos 60 días se lo impusieron la lucha de los trabajadores y la extraordinaria solidaridad de nuestro pueblo.
Además, el PCR y la CCC, junto a otras organizaciones, realizaron un gran despliegue político a todo nivel, sumando esfuerzos hacia el objetivo de la reincorporación de los trabajadores despedidos.
     La patronal quería quedar con las manos libres para poder llevar adelante su plan de ajuste largamente preparado. Lo dijo la abogada de la Kraft Ana María Coza, más de un mes antes de producir los despidos: “la empresa ya daba comienzo a medidas de intimación y eventualmente despidos de trabajadores, en número cercano a 750”. La existencia de este plan fue confirmada públicamente por el ministro Tomada.
Pero subestimaron a este contingente obrero, y las extraordinarias reservas antiimperialistas de nuestro pueblo. El vocero de la Kraft, López Matheu, que trataba de delincuentes a los trabajadores, enmudeció y desde hace días no se sabe nada de él.
Con la firma del acta del 16 de octubre, se frenó temporalmente este plan de la patronal, y hay mejores condiciones para seguir la pelea por la reincorporación de todos los compañeros. Por eso no haber firmado, como reconoció autocríticamente el compañero Ramón Bogado, fue equivocado.

Un camino de derrota

Está en discusión cuál es el camino para lograr que entren todos los compañeros. Desde el comienzo del conflicto estuvo en lucha si el centro del mismo pasaba por adentro o por afuera de la empresa. Lo que permitió llegar hasta acá es la unidad entre los despedidos y los no despedidos, esto es lo que más le dolió a la empresa en estos 60 días. Y mantener esta unidad es lo que puede permitir obtener nuevos triunfos en esta lucha.
Esto fue cuestionado por sectores políticos que siempre quisieron que el centro de la lucha estuviera afuera. Por eso el 4 de septiembre votaron salir de la planta. El 7 del mismo mes no quisieron entrar. Y el 28, cuando el desalojo, votaron dejar solos a los despedidos.
Y por eso dijeron el 16, por boca de Javier Hermosilla, “Me cago en los de adentro. Acá dirigen los de afuera”. Esa es una línea de derrota, como se demostró en los conflictos de Mafissa, Casino, Jabón Federal, Dana, Fate, entre otros. Creer que una lucha tan dura como esta, enfrentando a semejante monopolio, a la dirección del sindicato y al gobierno nacional, se gana con unos pocos que gritan mucho, es hacerle el juego a la patronal, que siempre quiso separar a los de adentro con los de afuera.
Y es despreciar a los compañeros que pararon la empresa 38 días, protegieron a los despedidos echando del comedor a la policía dos veces como hicieron los del Turno Mañana, rodearon el edificio de la Gerencia como los del Turno Tarde durante la Gripe A, o cortaron la Panamericana con compañeros de los tres turnos, con un esfuerzo importante del turno noche.
Eso de plantear que hay un turno más combativo que otro sólo ayuda a la división de los trabajadores y es funcional a los planes de la empresa.

Elecciones de Interna
Al ingresar los compañeros a la planta el lunes 19, se encontraron con la convocatoria a elecciones de Comisión Interna para el 3 de noviembre, por parte del STIA.
Una gran solidaridad se comenzó a desplegar entre los trabajadores dentro de planta hacia los despedidos, expresada en el acuerdo de sostener económicamente a los compañeros, para que no quiebren esta lucha por hambre.
Al cierre de esta edición la patronal impedía realizar las asambleas de turno impulsadas por la Interna, para discutir el acta y los pasos a seguir en la lucha.