“El boicot bolchevique del “parlamento” en 1905, enriqueció al proletariado revolucionario con una experiencia política de valor excepcional, mostrando que, con la combinación de las formas de lucha legales e ilegales, parlamentarias y extraparlamentarias, es a veces ventajoso y hasta obligatorio saber renunciar a las formas parlamentarias. Pero transportar ciegamente, por simple imitación, sin discernimiento, esta experiencia a otras condiciones, a otras coyunturas, es el mayor de los errores”.
V. I. Lenin, La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo, Edit. Anteo, pág. 19.
03 de octubre de 2010