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02 de octubre de 2010

Reproducimos el comunicado que emitió la Comunidad Rankel de Parera, La Pampa, firmado por el primer° lonko, Pedro Coria

Marichi we, marichi we, marichi we

11 de Octubre: Último día de libertad de los originarios

A 515 años de la invasión y comienzo del genocidio a que fueron sometidos (en primer lugar por la corona española) los pueblos y naciones originarios de nuestro continente, es una obligación de nuestra comunidad rankel recordar a nuestros ancestros asesinados junto a toda su familia de las formas más inhumanas, esos ancestros los cuales sus únicos pecados fueron defender sus territorios y su cultura, ese era su pecado y por tal eran castigados con la muerte, por rebeldes, y como dijera más adelante el “ilustrísimo presidente” Domingo F. Sarmiento, hay que matar a todos, los mayores, las mujeres y hasta los niños, es la única forma de terminar con esa maldita raza, que es la traba para la sociedad “civilizada” que queremos.
Nombro a Sarmiento como referencia de esa ideología nefasta con la cual coincidieran tantos de nuestros “próceres”, entre ellos uno de los más nefastos, Julio A. Roca, quien fuera nombrado general por el presidente Nicolás Avellaneda, y quien a su vez le encomendara el exterminio de los originarios del sur argentino, entre ellos el pueblo rankulche (“Campaña del desierto” año 1872). Todo valía como excusa para exterminar a nuestros peñis (que en lengua rankel quiere decir hermanos).
60 millones de originarios fueron asesinados en las América desde 1492 hasta las últimas “campañas”, allá por 1872 y entrado 1900. Esto sin contar a las condiciones inhumanas de vida y de explotación laboral, a lo que se suma la prohibición de practicar su cultura castigándolos con la muerte.
Mucho tenemos para decir los pueblos y naciones originarios. Pero hoy, a 515 años de la cruel invasión, las diferentes etnias y pueblos originarios nos estamos poniendo de pie, confluyendo con las luchas obreras y populares, y enfrentamos al poder de los gobiernos, el imperialismo y los terratenientes, principales responsables de todos los males que sufren nuestros peñis. Estos señores avanzan sobre nuestra mapu (tierra), quedándose con las pocas que nos quedan. Pero lo peor de todo es que junto con eso nos destruyen nuestra naturaleza, un bien fundamental para nuestro pueblo. En definitiva, gobiernos y poderosos generan condiciones de saqueo y de entrega , quedándose con nuestros minerales, talan en forma indiscriminada nuestros bosques, contaminan nuestra agua y nuestro medio ambiente, y usurpan cada vez en forma más descarada nuestras tierras.

El hambre, un arma poderosa
Pu peñi, pu lamien, com pu che (hermanos, hermanas, y toda la gente) hoy, después de 515 años, nos siguen matando, ahora no con armas sino en forma más cruel. Hoy nos matan con un arma poderosa que se llama hambre. Así mataron a María Rosa Molina, la mujer qom de 56 años que pesaba 24 kilos y vivía en el barrio Cacique Pelayo de la localidad de Fontana, Pcia. de Chaco. Con Rosa suman 15 los originarios chaqueños “reconocidos” muertos por hambre (léase: asesinados por el Estado) ¿Cuántos no reconocidos habrá en todo el país? ¿Cuántos criollos y originarios se llevó el hambre de Kirchner para agregarlos a los asesinados en estos 515 años?
Los originarios hoy tenemos la tarea de poner el centro en la lucha contra el hambre K; y arrancarle a éste y al que venga tierras aptas y suficientes para todas las comunidades reconocidas o no reconocidas del país. Y luchar junto al resto del pueblo por: salarios dignos acordes con la canasta familiar que hoy es de no menos de $ 2.800, educación, salud, vivienda digna, tierra, libertad y desprocesamiento a los luchadores populares, recuperación del patrimonio nacional e Independencia nacional. Todo esto en camino de conquistar un gobierno de unidad popular, patriótico y democrático.
Marichi we, marichi we, marichi we… (grito de guerra rankel que dice: 100 veces fuimos ,100 veces somos , 100 veces volveremos).