Amigas, amigos, camaradas
En nombre del Comité Central de nuestro PCR, que encabeza el camarada Otto Vargas, y de nuestro semanario hoy, agradezco a todos ustedes su presencia y participación que han hecho posible este hermoso picnic de la prensa revolucionaria, que organizan el PCR y la JCR. También agradecemos la asistencia y saludos de los amigos y organizaciones fraternas de nuestro país y de los países hermanos.
Este ha sido el año de 40 aniversario del Partido Comunista Revolucionario de la Argentina, que nos ha encontrado a la cabeza de las luchas obreras, campesinas, estudiantiles y populares, refirmando el compromiso por el que nacimos, de la lucha revolucionaria para lograr la liberación de nuestro pueblo y nuestra Patria. Levantando bien alto las banderas del marxismo-leninismo-maoísmo frente a los embates del imperialismo y el revisionismo, honrando a nuestros mártires y nuestros muertos, hemos podido mantenernos unidos y desarrollarnos en los momentos más difíciles y complicados, hemos aprendido y ayudado a la organización de las masas explotadas y oprimidas en su lucha contra las dictaduras militares y los gobiernos como el que hoy tenemos del matrimonio Kirchner.
Aquí estamos distintas generaciones. Los mayores que nacieron a la política en la resistencia contra la revolución fusiladora de Aramburu-Rojas, los que crecieron con el Cordobazo y demás puebladas que terminaron con las dictaduras de Onganía y Lanusse, los que enfrentaron el golpe de Estado y la sangrienta dictadura de Videla-Viola, los de Malvinas, etc., hasta los que ya en este siglo 21, fueron los protagonistas del Argentinazo y la rebelión agraria.
En estos 40 años, primero bajo el nombre de Nueva Hora y luego como hoy, bajo el lema de servir al pueblo, nuestro periódico, como órgano del Comité Central del PCR, ha sido vocero de los problemas e inquietudes, de las necesidades, de los explotados y oprimidos, que los medios oligárquicos no reflejan y que los corresponsales de todos los regionales y zonas del Partido nos hacen llegar, siendo un instrumento de difusión de la línea político-ideológica del Partido en relación a esas necesidades y luchas y un instrumento para la organización de este Partido que las masas necesitan para el triunfo de la revolución.
Este 2008 es el año del 40 aniversario del PCR de la Argentina y también es el año de la más grande rebelión agraria que hayamos conocido en nuestro país: más de 4 meses, 127 días, que enriquecieron la experiencia de las masas no solo rurales sino también urbanas en una amplitud aún mayor que las luchas de 2001. El gobierno de los Kirchner se creía omnipotente y en su afán impositivo golpeó en bloque al campo y con él a todo el interior del país. Dijo que el impuestazo era contra la oligarquía, pero en verdad golpeaba en mayor medida a los más pobres del campo y producía una mayor quita de recursos a las provincias. La lucha adquirió un carácter federal contra la política unitarista del kirchnerismo, que no pudo quebrarla ofreciendo migajas a los más pobres: ya no era cuestión de un peso más o de un peso menos, lo que estaba en juego era la dignidad de todo un pueblo. “¡De rodillas, minga!”, fue el grito de los entrerrianos que resonó en todo el país. Y cuando el gobierno ordenó detener a sus dirigentes, todo el pueblo, incluido el de Buenos Aires, se alzó frente a su prepotencia; como en diciembre de 2001 cuando De la Rúa decretó el Estado de Sitio.
El Argentinazo de 2001 mostró el camino para avanzar hacia la revolución democrática popular, agraria y antiimperialista, que la rebelión agraria de 2008 ha enriquecido. Frente a la crisis del capitalismo imperialista que hoy nos azota, y que se agrava día a día para los trabajadores y la producción nacional, más que nunca se pone al día la necesidad de esta revolución para la liberación del pueblo y de la Patria. En este camino, para evitar que los poderosos nos sigan descargando su crisis, al amparo de la política mentirosa del gobierno kirchnerista, para torcerle el brazo a esa política es necesario multiplicar las multisectoriales y comités de crisis, desde las fábricas y todos los lugares del país, que generalicen los paros locales y regionales, trabajando para un paro nacional activo, obrero, campesino, estudiantil y popular.
Solo por el camino del Argentinazo y la rebelión agraria se podrá hacer pagar la crisis a los que se enriquecieron estos años, imponiendo un gobierno de unidad popular, patriótica y democrática, que tome las medidas necesarias para resolver la crisis a favor de los trabajadores y la producción nacional, como las 10 medidas que propone el PCR, y llame a una Asamblea Constituyente soberana para avanzar hacia la revolución democrática popular, agraria y antiimperialista, en marcha ininterrumpida al socialismo.
Muchas gracias.