–¿Cuáles son los avances de la lucha de Renacer?
–Conseguimos que caducara una deuda particular que contrajo Marcelo Sosa, que sacó cuando estaba la SA (de cinco mil dólares), y que nunca pagó. Esa deuda se venía arrastrando desde que la SA se estaba muriendo. Quedaba la deuda, pero según nuestros cálculos eran mil pesos. Luego nos encontramos con que no había pagado. Así los 400 operarios quedamos endeudados en el Banco Territorio.
Cuando hicimos la Ley de Expropiación también hicimos una ley para que caduque esa deuda. Estaban Gallo y Manfredotti en la Gobernación. Pasaron los años y ningún gobierno se hacía cargo. Nos fueron llegando cartas documentos de embargo, y como estaba la ley, todos los años íbamos a reclamar que la deuda caducara.
En el último período avanzamos, fuimos bloque por bloque a hablar con los legisladores para exigir que si hay una ley, se hagan cargo, porque nosotros no podemos esperar más porque nos está llegando la soga al cuello. Fuimos para que los legisladores votaran a favor de los obreros de la cooperativa. Así quedamos libres de esa deuda.
Fue una lucha a fondo, fuimos todos los compañeros, fueron de otros gremios, camioneros que iban por otros reclamos, los docentes que nos apoyaron, los municipales también. Fuimos a fondo hasta lograr que esa deuda caducara. Eso para nosotros es un respirar y un logro con el conjunto de los compañeros que estuvieron con nosotros.
Después siguió la lucha por no pagar los impuestos (de agua y otros) de la Planta Cmc, la planta más grande que hay. Venímos peleando por que la DIPO se haga cargo de esa deuda que era de la SA, del año 98, pero se la vienen adjudicando a la cooperativa. Dijimos que no la vamos a pagar porque habíamos hablado con la gobernadora que ese galpón iba a quedar para el gobierno de la provincia para el funcionamiento de la Universidad, escuelas y una escuela técnica. Y que ya que el gobierno se quedaba con la planta, éste se haga cargo de los impuestos.
Conseguimos ir con los compañeros a hacer el reclamo a la DIPO, a la Gobernación. Ahora estamos esperando el libre de deuda para poder hacer los microondas y sacarlos fuera de la isla.
–¿Consiguieron con la lucha un subsidio para producir?
–Se trata de un subsidio a nivel nacional, a través de Desarrollo Social. Hoy los microondas ya están en la planta, se hizo el descargo del material que llegó la semana pasada. Logramos para armar unos 2.000 microondas, estamos gestionando colocar las ventas. Estamos ya armando las líneas para poder entregar esos microondas.
Nuestro trabajo consiste en el armado completo del microondas. Vamos a trabajar y no vamos a cobrar hasta que no se venda.
Además, por ahora, estamos haciendo una producción para Sanyo, de disipadores. Después de estar nueve meses parados, hace dos meses que vemos un peso, la venimos pasando re mal. Estamos trabajando unas 68 personas que son operarios socios de la cooperativa.
–¿Qué peleas siguen ahora?
–Ahora estamos avanzando sobre otros trámites, sobre los títulos de propiedad que para nosotros es lo más difícil, que se nos está dificultando, pero que vamos a conseguir si una vez más vamos a fondo con los compañeros en esta pelea. Con esto podríamos sacar créditos en el Banco Territorio para poder producir por nuestra propia cuenta.
Por otra parte se está viendo si se puede firmar contrato con otra empresa que quiere trabajar con pantallas para televisores LCD.
No estamos contentos del todo porque siempre estamos con la soga en el cuello, pero ahora estamos respirando un poquito. Acá si no salimos a la calle no se consigue nada, porque nada de lo que conseguimos nos cayó del cielo.