1. Pararles la mano
En Río Negro se cruzó una raya. La represión asesina de los tres jóvenes de Bariloche, Diego Benefoi, Nicolás Carrasco, y Sergio Cárdenas fue ordenada por el gobernador K Saiz. Se conocen en los barrios mensajes enviados por policías tales como: “Recen por mí, nos ordenaron tirar”. Luego de esos brutales asesinatos, el ministro de Gobierno, Larreguy, y el secretario de Seguridad, Cofree, organizaron personalmente las movilizaciones de apoyo a esa policía asesina.
La pueblada de Bariloche hizo salir a la luz, una larga lista de asesinatos, torturas, secuestros de jóvenes para la trata, violaciones, desapariciones, atentados, etc. Son hechos que siguen ocurriendo, como el baleamiento a la casa de un dirigente agrario en Regina, la intimidación a dirigentes políticos como el nuevo juicio por corte de ruta a Raúl Rajneri, secretario del PCR.
Con el gobernador kirchnerista Saiz se ha instalado un gobierno policial. El gobierno de Cristina K deberá decidir si sigue protegiendo a su socio Saiz. Algunas fuerzas opositoras a Saiz deberán decidir si apuestan al 2011 dejando intacto ese aparato fascista, o se hacen parte de la lucha para aplastar a esa víbora fascista.
La multiplicación de casos de tortura, encarcelamiento y violaciones de jóvenes, la represión y la criminalización de las luchas con el procesamiento de más de 5.000 dirigentes populares, demuestra que hay una política de la que son responsables tanto el gobierno kirchnerista como el conjunto de las clases dominantes: quieren “mano dura” para atemorizar al pueblo, para que pague la crisis. No solo los K, Macri contrató al espía Ciro James y a otros 150 ex policías federales de inteligencia (según Ambito Financiero, 19/7). Los K, igual que los Macri, saben que la rebeldía obrera y popular es el camino para que la crisis la paguen los que se enriquecieron a costa del hambre y la explotación del pueblo, beneficiando a los poderosos.
Las fuerzas populares debemos movilizarnos nacionalmente. Como ocurrió con los asesinatos de Kosteki y Santillán, debemos hacer una causa nacional de los asesinatos de Bariloche y otros lugares del país, de la criminalización de las luchas como en Kraft, Gualeguaychú, etc., haciéndoles pagar a las mafias policiales fascistas y sus patrones, los Cofree, Larraguy y Saiz, a la Kraft y demás monopolios, las bandas de los terratenientes y demás fascistas que quieren sacar pecho.
El 23, junto a Memoria, Verdad y Justicia, en todo el país, vamos a las plazas, con la amplitud unitaria que exige la gravedad de los hechos.
2. La crisis energética
En un reciente discurso, la presidenta anunció que su gobierno había “terminado con la indigencia”. Trece argentinos muertos de frío por la oleada invernal han demostrado, dolorosamente, la mentira K de la “indigencia O”.
El frío ha mostrado, también, otra mentira K: la distribución de la riqueza. Los más golpeados por el invierno son los barrios, asentamientos y pueblos que no tienen gas domiciliario. En grandes zonas del país no hay garrafas, y cuando se consiguen es al doble o más del precio oficial. El gobierno habla de acaparamiento de las garrafas: ¡Y para qué está si no garantiza el abastecimiento y el precio oficial!
El gobierno no quiere reconocer el fracaso de su política energética. El plan “gas plus”, por el que autorizó el aumento del precio del gas a las petroleras en los “pozos nuevos”, lo usaron las petroleras para hacer pasar por los pozos viejos por nuevos. Así, la producción nacional de gas cayó un 4%. También la producción petrolera cayó, el 1,9%, pese al plan “petróleo plus”. Estamos cada vez más lejos del autoabastecimiento energético: se importa cada vez más gas y gasoil, más caros. Y los responsables de esa situación son los monopolios petroleros socios de los K, como Repsol, o aliados.
La crisis energética rebota, también sobre la producción. Las industrias de consumo intensivo de gas (como las petroquímicas y muchas otras) están paradas, o a media máquina.
No hay otra respuesta que nacionalizar y reestatizar la matriz energética del país, que es la condición para recuperar la renta petrolera, necesaria para retomar la exploración que no hacen los monopolios imperialistas.
3. Cristina y los negocios de Macri
El viaje de Cristina K a China ha resultado un gran negocio… para Franco Macri, y un desastre para la Argentina.
Franco Macri (el papá de Mauricio), confesó ser comisionista de negocios de las 5 mayores empresas chinas, todas ellas estatales. Y le consiguió a una de ellas, Citic, negocios ferroviarios por 9.500 millones de dólares. Papá Macri se embolsa, con su comisión del 4%, 380 millones de dólares. Tan contento está que lo dejó en banda al “nene” Mauricio: “pondría las manos en el fuego –dijo “papá” Franco– de que el gobierno (nacional) no tienen nada que ver” en el juicio que “el nene” Mauricio dice que es pura persecución K.
Vías, vagones, electrificación: todo eso lo puede fabricar y realizar la industria nacional, pero los K lo compran, y más caro, en China. Por si fuera poco, los chinos mandaron “a comisión” la compra de aceite de soja, en una situación en la que el bloqueo de los chinos se agrava por la reducción de compras de la India.
Además, las retenciones del 35% y las compras de las cerealeras cuando la soja había bajado a $ 840, han vuelto a colocar en una mala situación a los pequeños y medianos productores sojeros. De ahí las asambleas que están realizando las filiales de FAA, en las que se reclama la rebaja segmentada de las retenciones, y otras medidas.
La política del gobierno K, basada en las ilusiones de que China iba a comprarnos más y más soja, ha provocado un desastre en la ganadería. No para la caída del stock vacuno. El resultado es el encarecimiento de la carne de vaca un 46%, una baja del consumo popular del 20,5%, el cierre de frigoríficos que castiga a 35.000 obreros, y la situación de quiebra de decenas de miles de pequeños y medianos ganaderos y chacareros.
4. El 23 a las plazas
Temiendo el estallido del conflicto petrolero en medio del frío y la falta de gas, el gobierno y las petroleras habrían ofrecido mantener el pago de salarios a los miles de “stand by” (suspendidos), hasta diciembre.
Se presentó, con 14.749 avales, la Lista Lila para las elecciones en la CTERA. Participan los gremios que estuvieron a la cabeza de las grandes luchas docentes en defensa de la educación pública y de sus salarios, en casi todo el país. Es un gran paso hacia la recuperación de su organización nacional, y locales, para que sean instrumentos de la unidad y la lucha contra la política K de presupuesto y salarios de hambre, a la que ha sido funcional Yasky y sus socios de la dirección de Ctera, que aislaron y trabajaron por la derrota de las luchas de los docentes. Es una unidad necesaria, en momentos que, en numerosas provincias, se está discutiendo reabrir la lucha salarial y por aumento del presupuesto.
Se están dando los pasos finales de una lista nacional y por regionales, en la CTA, que recoja la voluntad de lucha de las organizaciones que integran esa central sindical, para enfrentar la política kirchnerista, apoyada por Yasky, abrazado a Moyano en apoyo de la política K.
Se marcha hacia una gran jornada de lucha nacional, el 28/7, uniendo el reclamo del 82% para los jubilados y la universalización y el aumento de la asignación por hijo.
La inflación carcome los salarios y los presupuestos de salud, educación, social, etc., y engorda la recaudación impositiva. Es el ajuste inflacionario K: Jubilaciones de miseria, planes sociales manipulados y devorados por la inflación cuando crece el hambre y el frío, salarios de trabajadores de la salud, la educación y estatales que no llegan a la mitad de la canasta familiar, presupuestos de salud y educación que agravan la crisis de esos sectores empeorando las condiciones de vida del pueblo.
Los ajustes en Europa frente a la crisis (cierre de 35.000 empresas en España), se diferencian en la forma, pero no en el contenido del ajuste inflacionario K. A las luchas que sacuden el viejo continente, se la han sumado ahora los días de furia que está viviendo Francia, con una juventud harta de ser explotada. Al “modelito” chino, que tanto enamora a los Kirchner, lo zamarrean las huelgas que han conquistado, en muchos casos, triplicar los salarios, y se multiplican las rebeliones campesinas frente al hambre.
La clase obrera y el pueblo argentinos trazaron su camino con el Argentinazo, la rebelión agraria, la histórica huelga de Kraft, y la heroica marcha y acampe multisectorial encabezado por la Unión Campesina y los originarios chaqueños. Es el camino para que la crisis la paguen los que la provocaron y se llenaron los bolsillos con el hambre del pueblo. Y el camino, también, para acumular fuerzas y conquistar un gobierno de unidad popular, patriótico y democrático, que resuelva pan, trabajo, salud, educación, vivienda, libertad e independencia nacional, abriendo el camino a la liberación nacional y social.