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02 de octubre de 2010

Hoy 1332

En la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana realizada en junio de 1929 en Buenos Aires, un delegado mexicano afirmó que la revolución había fracasado en China por la inexistencia de “caudillos rojos” al frente de la misma. Le contestó Victorio Codovilla que el problema no estaba en la falta de “caudillos rojos” sino de un partido comunista experimentado y con una ideología clara (ver: O. Vargas, El marxismo y la Revolución Argentina, t.2., pág. 506). Esa polémica sigue siendo válida hoy porque camaradas del Partido y la JCR consideran que en vez de un Partido con una línea de masas es necesario tener “caudillos rojos” que dirijan a esas masas.