A continuación reproducimos un extracto de su visión sobre la política provincial: “Como todo gobierno nuevo, genera expectativas de todo tipo en el pueblo. Mas allá de los discursos, como el que pronunció Walter Barrionuevo en la legislatura el día que asumió, pensamos que no habrá cambios de fondo en materia económica y social.
Para que se pueda notar que hay cambio le doy tres temas: el primero es lo del Ingenio La Esperanza. Si hay continuidad con lo que se viene haciendo habrá venta a un monopolio conocido o por conocer, lo cual significa fortalecer la estructura monopólica y latifundista de la economía de Jujuy.
Si en cambio (sobre la base de que el Estado provincial es el principal poseedor de la deuda verificada), se estatiza y se hace una empresa testigo, eficaz bajo control obrero y con entrega de tierras a los puesteros y agricultores que ocupen tierras del ingenio, habría un cambio de rumbo y estaríamos ante otro tipo de gobernador. No creemos que lo haga y no sembramos ilusiones, no obstante lucharemos junto a los obreros y los campesinos para esa salida de la quiebra del Ingenio.
La otra cuestión es la política tributaria. Hay que sacar a la provincia del Pacto Fiscal II impuesto por el menemismo en 1993 con la complicidad del bloque de legisladores radicales; a través del cual se le quitó atribuciones fiscales a las provincias y hoy las grandes empresas industriales no pagan el impuesto a los ingresos brutos, cuando sí lo hacen comerciantes, profesionales o cualquiera que hace un depósito de fondos en un banco para un hijo que estudia afuera de la provincia.
La tercera es lo que ya tiene ribetes de fábula: si se hará o no el revalúo catastral. Hace veinte años que se dice que está listo, pero ‘el poncho nunca aparece’. Sin revalúo catastral rural y urbano será imposible gravar como lo hacen en otras provincias a los grandes terratenientes y las mansiones de lujo.
Para ver el rumbo sólo hay que esperar un par de meses”.
03 de octubre de 2010
