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03 de octubre de 2010

Reproducimos nota publicada en Hoy 1206

Los yanquis y hasta dónde irá la mano de Uribe

5/3/08> El gobierno colombiano asesinó a un alto dirigente de las FARC

Fuerzas militares del gobierno colombiano mataron, en acción militar, a Raúl Reyes, uno de los principales dirigentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), junto a 16 combatientes de la organización.
Pocas horas después de que fueran unilateralmente liberados cuatro parlamentarios cautivos de la guerrilla, y unos días antes de la jornada mundial contra el militarismo y el paramilitarismo colombiano el martes 6, las fuerzas armadas colombianas por orden del presidente Alvaro Uribe, sobre la base de las informaciones de inteligencia satelital norteamericana, bombardearon el lugar donde estaba Reyes, al sur del río Putumayo. Violando
desembozadamente la soberanía territorial de Ecuador, penetraron en el territorio de ese país, asesinaron a los militantes de las FARC y se llevaron los cadáveres y pertenencias.
El hecho prueba la catadura fascista y proimperialista del gobierno de la oligarquía
colombiana, de narcos y paramilitares que sigue masacrando poblados y asesinando dirigentes sindicales y políticos, y es el principal pivote de los yanquis en América del Sur.
Una región en la que Washington, a partir del “Plan Colombia” y la llamada “lucha
antiterrorista”, el sabotaje a las egociaciones con las FARC en ese país, los actos de espionaje en Bolivia, etc., muestra haber tomado la decisión política de redoblar la apuesta en sus provocaciones contra los gobiernos de Venezuela y Ecuador, y la insurgencia antiyanqui de las FARC. Consciente del papel provocador que Uribe le está asignando a Colombia (“el
Israel de América Latina”, lo calificó Chávez) el presidente venezolano advirtió al
colombiano que una potencial violación de territorio venezolano sería considerado “caso de guerra” y movilizó tropas a la frontera.
El debilitamiento relativo de los yanquis en América latina los empuja a nuevas
provocaciones que están recalentando más y más el clima político de nuestro subcontinente.