Como otra celebración patria, los pequeños productores aspiran llegar a Resistencia, luego de varios días, el Día de la Bandera habiendo salido desde las profundidades del monte chaqueño en Campo Medina, Pampa del Indio. Reproducimos el documento de la Unión Campesina convocante de esta marcha.
Queremos quedarnos y vivir de nuestro trabajo
Defendemos el algodón y necesitamos la tierra
Los campesinos pobres del Chaco, los que trabajamos la tierra sólo con nuestras familias y a veces en campo ajeno, queremos quedarnos en el campo y vivir de nuestro trabajo. Somos más de 7 mil y también miles de campesinos medios. Durante mucho tiempo cuando la provincia crecía y la mayoría se beneficiaba con el algodón, eran más de 50 mil los cosecheros.
El algodón, una producción social
El Chaco producía el 70 por ciento del algodón nacional. El algodón es la producción que nos permite conseguir unos pesos con mucho esfuerzo. Esos pesos se gastaban en los pueblos y reactivaba el comercio y las pequeñas industrias ligadas al campo. Abrieron las importaciones de textiles y el algodón casi desapareció, llegando a menos de 200 mil hectáreas, cuando algunas veces se llegó casi al millón. Con esa política, miles de nuestros hijos o parientes abandonaron los campos y fueron a las orillas de los pueblos cercanos, al gran Resistencia, gran Rosario o gran Buenos Aires a buscar un trabajo que no se consigue, viviendo en villas en condiciones miserables, empujados a ocupar terrenos en medio de denuncias y pedidos de desalojos.
La política cambió, ahora no se importan textiles, ahora se abre una fábrica como Textil Santana en Puerto Tirol, de las más modernas del mundo, pero este año se importó algodón porque la producción del país no cubría el consumo interno y este año puede pasar lo mismo. El avance de la soja con grandes grupos de siembra, compran tierras por monedas a los pequeños y medianos y desmontan todo. Nosotros con otras organizaciones de campesinos pobres del Chaco y provincias vecinas y con la Federación Agraria Argentina, impulsamos en el año 2005 el GRITO ALGODONERO. Lo hicimos después de acampar 34 días en la plaza 25 de Mayo de Resistencia por un subsidio ante el desastre de la cosecha y reclamamos precio sostén compensatorio para los campesinos pobres y medios.
El gobierno nacional junta plata pero no es para el pueblo
Empujamos en la nación y el entonces senador Capitanich presentó la propuesta de conformación del Fondo Algodonero que luego de muchas idas y vueltas fue aprobada, pero es una cáscara vacía porque se destinan sólo 35 millones de pesos. Esto mientras el gobierno nacional acumula miles de millones con las retenciones a la soja que desde el 11 de Marzo aumentó golpeando más a los pequeños y medianos productores. Esta plata no va para precios compensatorios de las economías regionales ni se coparticipa a las provincias y municipios para dar respuestas a las necesidades populares. No la maneja el gobierno para pagar la deuda interna con el pueblo, la usa para pagar la deuda externa a los poderosos.
La burla, la discriminación y el hambre que crece
El año pasado el gobierno de Nikisch nos entregó semilla de algodón para que 400 familias de Pampa del Indio sembremos 800 hectáreas . El 80 por ciento de esa semilla no germinó por mala calidad y trabajamos 5 meses en vano. Los Planes de $ 150 caen y anuncian que van a desaparecer, no hay cosecha, no hay bolsones de mercadería, los pocos bolsines que se distribuyen con 5 productos a los amigos, son cada tres meses, duran 3 días y van a ser reemplazados por una tarjeta de $ 60 para los que no tienen ningún plan, cuando la bolsa de harina de 50 Kg . está a $ 138 y todo aumenta.
Lo dicho en los papeles
En esas condiciones fuimos a un corte de ruta de 10 días en Pampa del Indio donde se sumaron más de 1.000 personas con delegaciones solidarias de Castelli y San Martín. El gobernador Capitanich, firmó un compromiso de mercadería para más de 600 familias hasta el mes de Octubre donde podríamos tener nuestra producción de autoconsumo si el gobierno aportaba, Se acordó hacer un relevamiento en la zona para determinar los beneficiarios de un subsidio algodonero de emergencia para los que le fracasó la semilla, herramientas y maquinarias, gasoil y semilla para la próxima siembra, entre otras cosas.
Los lamentables y dolores hechos
La primera entrega de la mercadería no se completó y nos informan desde el gobierno que no hay más, también nos informaron que el subsidio no existe y que van a desalentar la siembra del algodón para los campesinos pobres porque hay que hacerlo con alta tecnología. Que nos van a “ayudar con semillas de zapallo, lechuga, forraje, plantines de algarrobo y de pomelos”. Mientras, ante el hambre que crece muchos compañeros son empujados a alquilar sus pequeñas parcelas a testaferros de Eurnekián que se nos viene encima y después va a matar nuestros pequeños animalitos y contaminar la poca agua que tenemos con sus aviones fumigadores.
¿Qué pretenden de nosotros?
Con todo esto creemos que quieren que nos vayamos del campo para que crezcan las tierras de los grandes terratenientes vecinos. A ellas llegan los más altos funcionaros en avionetas según los diarios, para hacer reuniones donde entre otras cosas se habla del biodiesel.
También se anunció que se recuperaría parte de las tierras fiscales malvendidas por el gobierno anterior, se entregarían 6 mil títulos en 4 años y que el resto se arrendaría a grandes inversores lo cual, además de injusto, viola la constitución provincial. Esto es lo que avanza más rápido al comprar el gobierno los terrenos para la instalación de la planta de arrabio en Vilelas, que necesita desmontar 100 mil árboles por año para funcionar.
Las grandes extensiones de tierras de más de 200 mil hectáreas que nos rodean, fueron ocupadas por Bunge y Born a principios de 1.900. En una época vendieron una parte del norte a los Roseo de La Fidelidad y después otra a Eurnekián, quedándose ellos con La Leonor de Comega. Son las tierras que le sacaron a sangre y fuego a los ancestros de los pueblos originarios con leyes de exterminio que cumplió el general Victorica.
Hoy pretenden un exterminio silencioso que avanza desde el norte de El Impenetrable, de muertes por tuberculosis, desnutrición y mal de Chagas y una política que como se ve, pretende que abandonemos el campo.
Algunos levantan voces de supuesta preocupación, pero como el gobierno, acuerda acciones conjuntas con el Comando Sur de los Estados Unidos para una “ayuda solidaria” de quienes mataron y están matado decena de mil iraquíes en los últimos años. Otros piden los cascos blancos y otros forman el Regimiento de Monte.
Nosotros queremos trabajar y vivir de nuestro trabajo.
Tenemos dignidad y estamos de pie, por eso retomamos esta nueva etapa de lucha donde iniciaremos una marcha de 200 kilómetros caminando con nuestras familias hacia Resistencia. Juntando y uniendo a productores y otras comunidades de los pueblos en nuestro camino para abrir la mano al gobierno nacional como el provincial que dicen que tienen plata, para que den respuestas a los pobres del campo que no queremos irnos para sostener dignamente nuestros hijos y hacer grande el chaco y la argentina.
¡Basta de mentiras!
¡Solidaridad y unidad con la lucha de los campesinos pobres y medios de todo el país!
Unión Campesina del Chaco, 7 de junio de 2008