El 8/1, mientras los medios enfocaban sus cámaras y llenaban sus diarios con la llegada a Mendoza del Dakar, en la mismísima cordillera de Los Andes se realizaba una lucha popular en contra de la minera San Jorge. Esta minera viene a saquear nuestros recursos y contaminar nuestro suelo, sin que por ello se mueva un solo dedo desde el gobierno nacional, provincial o municipal. O en todo caso, moviéndose sí, pero en favor de las mineras. Ah, y del Dakar.
Arriba en la montaña, no se escuchaban ruidos de motores de la competencia. Había otros sonidos: “¡Uspallata!, ¡Uspallata!”, retumbaba entre las cumbres cordilleranas. “¡Viva la patria! ¡No a las mineras contaminantes! ¡Sí a la vida!”, gritaban los habitantes de un pueblo pequeño, pero no por ello menos importante que otros. Pero también se escucharon otras voces, “el gerente de Medio Ambiente de la empresa, Pablo Alonso, expresó sorpresa por la manifestación ambientalista que se realizó anoche” (Diario Uno, 09/01/09).
Además, parece que la sorpresa no fue sólo para Alonso, porque para el día viernes los asambleístas tenían previsto recibir al Dakar, pero con reclamos, aprovechando la volada que el recorrido pasaba por la puerta de sus casas. Lo sospechoso fue que el recorrido del Dakar, después de una reunión que culminó a las 2 de la madrugada del viernes, se modificó para la séptima etapa. Por lo tanto, la carrera no terminó en Uspallata, sino en Camino de los Huarpes, en Lavalle. ¿Habrá sido que estos niños ricos no deseaban tener problemas con la turba?
El agua vale más que el oro
Uspallata es un distrito del departamento Las Heras, que se encuentra a 100 Km. de la capital mendocina, en medio de la Cordillera de Los Andes. Nacido al abrigo de una guarnición militar del Ejército, cuenta con 6.000 habitantes. Su principal ingreso proviene del turismo y de paradores para la inmensa cantidad de camiones que cruzan todos los días de Argentina a Chile y viceversa. Otra de sus actividades es la de los puesteros. La población cuenta con dos escuelas primarias, una secundaria y un terciario.
Ese jueves 8, más de 500 personas (casi el 10% de la población) con el lema “El agua vale más que el oro, la plata y el cobre”, portaban banderas argentinas y otras que señalaban el reclamo, por la única calle asfaltada del pueblo. Estos pobladores marchaban bajo la convocatoria de “Vecinos Autoconvocados en defensa de la vida sana”.
Es un pueblo que no tomó respiro a la hora de informarse de qué se trataba el proyecto minero. Desde que el intendente de Las Heras, Rubén Miranda, en compañía del gobernador Jaque y del secretario de Ambiente Carmona, anunciara una futura y millonaria inversión minera en Uspallata para la extracción de cobre.
Todo comenzó con la búsqueda de información en Internet, viendo documentales de lo ocurrido en otros lugares del país, e incluso tuvieron “una clase” con un ingeniero de la UNCuyo, quién les explicó –proyecto en mano– las consecuencias de dicho emprendimiento. Entre las 15.000 hojas que posee el proyecto, augura 3.200 puestos de trabajo que en realidad no son tales, sino que serían 400 puestos y el resto son especialistas traídos de otros lugares. Además prevé instalaciones de cabarets y casinos para el “entretenimiento” de los trabajadores y analiza que el pueblo de Uspallata desconoce de estos temas (casualmente, este apartado está escrito en inglés, para sorpresa de los asambleístas). Como así también los productos contaminantes que se utilizarían en pos de la extracción de los minerales. Y que con 40.000 kg. de dinamita borrarían de la faz de la tierra uno de los cerros por donde el General San Martín cruzó en la gesta libertadora.
Continúan subestimando la experiencia de lucha de nuestro pueblo en este terreno, que nos enseñó que estas mineras sólo vienen a saquear nuestros recursos y contaminar nuestro suelo. A esto se nos suma un nuevo condimento, las consecuencias sociales de la instalación de estos “entretenimientos nocturnos”, una forma más de destrucción, saqueo, corrupción y narcotráfico.
Pero esto no termina aquí, el proyecto contempla la instalación de la minera San Jorge en la zona de Yalguaraz, a unos 50 km más hacia el oeste, es decir, más hacia arriba en la cordillera. Vienen a buscar cobre y oro y para ello necesitan del agua que proviene de un glaciar. A todo esto ¿qué pasó con la ley de glaciares? Kristina la vetó. Y estas cosas ofuscan a nuestro pueblo.
El pueblo de Uspallata consume agua de napas proveniente de este glaciar. Napas que quedarían totalmente contaminadas (si en todo caso llega agua para poder consumir). Con esto se estarían violando leyes y disposiciones referidas al tema ambiental minero en vigencia en la provincia, por la empresa y por todos aquellos que están obligados a garantizar el cumplimiento de la ley 7722. Ley que fue impuesta con la lucha de los pueblos de la zona del Valle de Uco y principalmente del departamento de Gral. Alvear en los meses de invierno del 2007.
Un dato más que ayuda a entender la bronca del pueblo de Uspallata. Durante años pidieron que sea limpiado un sector del pueblo que se encuentra lleno de yuyos y cosas por el estilo, y por otro lado, hay un reclamo histórico por la construcción de una escuela más y el asfalto para todo el pueblo. Como consecuencia de la llegada del (otra vez) Dakar y su frustrado recorrido por Uspallata, mágicamente amaneció, este sector, limpio de yuyos y por otro lado, la construcción de la escuela se reemplazó por un casino de la provincia (eso sí, concesionado a un privado). Todo da cuenta de que para Jaque vale más un casino que una escuela. Y vale más un Dakar que el pueblo de Mendoza.
La lucha recién comienza y el pueblo de Uspallata está dispuesto a dar pelea hasta detener la instalación de los saqueadores imperialistas que se llevan nuestros recursos naturales (patrimonios de la nación) y que sólo dejan el 3% de regalías y el 100% de contaminación y destrucción. Es una vergüenza que se instale tal cosa en el lugar donde fue un paso de los incas y un importante eje de la gesta libertadora del Ejército de Los Andes.
Este es sólo un jueves de muchos que se vienen por delante. Están hartos y no van a aflojar. El pueblo de Uspallata arranca en punta (y no en el Dakar) en un 2009 que prevé grandes luchas para la provincia de Mendoza, porque la crisis ya comienza a sentirse y el pueblo no está dispuesto a pagarla.
