El sábado 10 de octubre por la tarde, María Rosario de la Comisión Interna de Terrabusi, junto a sus compañeras despedidas y suspendidas por el monopolio yanqui Kraft Foods, desarrolló una charla sobre la heroica lucha. Un salón desbordado y muchas afuera las escucharon entre aplausos y cánticos solidarios.
María Rosario comenzó su intervención agradeciendo a “todas las organizaciones que nos han apoyado desde el primer momento. No tenemos más que palabras de agradecimientos para con todas ustedes. Traigo el saludo de todas las compañeras que se quedaron trabajando. Nos sentimos muy orgullosas por ellas que están peleándola también, aunque con muchas presiones”.
Luego denunció que con los despidos: “quieren sacarnos las reivindicaciones que hace tiempo los obreros de Terrabusi hemos logrado”. Los 38 días de cese de la producción fueron posibles porque “hubo una gran organización entre los despedidos y no despedidos”. Ovacionada por las presentes enfatizó que la firmeza de los trabajadores y su dirección se deben a “que no todo se vende y no todo se compra. Eso es lo que tienen que entender ellos”.
“El 8 de septiembre se venció la conciliación obligatoria que tantas veces incumplió la Kraft, y el Ministerio nos soltó la mano, el Sindicato nos soltó la mano, la empresa obviamente que nos había soltado la mano, pero los que no nos soltaron la mano fueron los 2.700 trabajadores de Terrabusi y toda la solidaridad de todo el país”.
Resaltando las reincorporaciones y el acceso a la fábrica de algunos miembros de la comisión Interna logradas con la lucha concluyó: “Hay pasos que se vienen dando, pero la lucha todavía no terminó. La empresa plantea que ya no tenemos fueros sindicales porque el viernes vencieron nuestros mandatos. Pero aunque no tengamos mandato vamos a seguir diciendo a las compañeras que tenemos que seguir luchando. Las trabajadoras tenemos obligaciones que cumplir, pero tenemos derechos que hacer valer”.
Luego de su intervención laintegrante de la Comisión Interna de Terrabusi invitó a sus compañeras de la fábrica a decir unas palabras. También dejó su saludo una Madre de Plaza de Mayo.
