En la jornada del 26 de agosto, entre los que marcharon al Ministerio de Trabajo se encontraba una delegación de compañeros de SanCor Rosario, que vinieron a denunciar el despido de cinco compañeros, dirigentes gremiales, el 17 de mayo de este año.
Los argumentos que usa la empresa revelan la intención patronal de mantener “la paz de los cementerios” dentro de la empresa para poder seguir con su plan de ajuste. En los telegramas adujo “alteración del orden interno”. Sancor se niega a acatar las conciliaciones obligatorias dispuestas por los Ministerios de Trabajo, tanto de provincia como de nación.
Uno de los compañeros, nos decía: “Estamos sufriendo una persecución por parte de la empresa. Han despedido a cinco compañeros. Venimos denunciando que Sancor quiere cerrar la planta en Rosario, y por eso ataca con el despido de estos compañeros, para desarticular la organización gremial.
“Esto es parte de un plan de cierre de plantas de producción en todo el país, han cerrado 11, reduciendo el plantel de 5.000 a menos de 3.500 trabajadores. En nuestra planta, éramos 110 compañeros, y en estos dos años ya somos menos de 100.
“Nosotros denunciamos a la gerencia de SanCor, a los que llamamos “maestros queseros”, de encubrirse en la forma cooperativa para ser beneficiados con subsidios. Usan la historia de SanCor para negocios de particulares, a costa de achicar los puestos de trabajo y de destruir la estructura que tuvo la empresa. Usan la cooperativa para obtener subsidios, exenciones fiscales y un montón de beneficios, que utiliza para financiar todos los atropellos que comete contra los trabajadores.
“La dirección nacional del gremio no nos defiende, sino que nos ataca en complicidad con la empresa. Hace dos años, llegó la conducción nacional del gremio con 300 tipos, la patronal le abrió la puerta de la empresa, y se enfrentaron con los trabajadores. Esta conducción avala todo lo que hace la empresa”.
03 de octubre de 2010
