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04 de octubre de 2010


El caracter de la revolución (2)

Febrero de 2009 (extracto)

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La burguesía nacional, una fuerza intermedia

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La burguesía nacional, una fuerza intermedia

En un país oprimido por el imperialismo como el nuestro, la burguesía se divide en dos sectores: -La burguesía intermediaria, lacaya de los imperialismos, enemiga de la revolución, y -La burguesía nacional (urbana y rural) y el campesinado rico.
La burguesía nacional como clase es oprimida por el imperialismo y constreñida y limitada por el latifundio terrateniente. Pero a su vez está vinculada por múltiples lazos a los monopolios imperialistas y a los terratenientes.  La burguesía nacional es una clase de doble carácter: por un lado es oprimida por el imperialismo y por el otro es contraria a la clase obrera.
La consideramos una fuerza intermedia porque en esta etapa de la revolución no integra el campo de sus enemigos. Pero tampoco integra como clase el frente de liberación nacional y social. Como enseña nuestra experiencia histórica la burguesía nacional es incapaz de enfrentar revolucionariamente al imperialismo y a los terratenientes.
Desde nuestro Primer Congreso definimos nuestra línea de neutralizar a la burguesía nacional como clase. La política del proletariado hacia ella, en esta etapa de la revolución, es de unidad y lucha y apunta a su neutralización como clase. Esto implica una política activa para ganar a un sector de la burguesía nacional (los sectores patrióticos y democráticos), neutralizar con concesiones a otro sector, y atacar a la capa superior, al sector que se alía con el enemigo.
Para juzgar a los distintos sectores de la burguesía nacional tenemos en cuenta sus características económicas, pero partimos siempre de su actitud política frente al imperialismo: ¿lo enfrenta, forcejea con él, o se subordina? De ahí la necesidad de ver qué predomina en cada momento político. La política nos ha enseñado que hay un sector que inexorablemente se une a los enemigos del pueblo, otro sector que enfrenta a los mismos, y que hay un sector muy grande que puede y debe ser neutralizado en esta etapa de la revolución.
Respecto de la capa superior de la burguesía nacional, nos referimos a un pequeño número de elementos de la derecha de la burguesía nacional que se adhieren al imperialismo, los terratenientes y la burguesía intermediaria, y se oponen a la revolución democrática popular, por lo que pasan a ser, también, enemigos de la revolución.
Incluso el sector de burguesía nacional posible de aliarse en determinados momentos a la clase obrera y a las fuerzas revolucionarias es vacilante, y cuando nos unimos a él, debemos estar alertas, porque lo más probable es que, en el futuro nos traicione; y porque cuando se une a nosotros lo hace disputándonos la dirección de las masas oprimidas a las que influencia. Así como, cuando traiciona, no debemos confundir a la burguesía nacional con los enemigos estratégicos de la revolución, porque muy probablemente en el futuro debamos unirnos nuevamente con ella.
El tratamiento de la burguesía nacional es uno de los problemas fundamentales de la revolución en los países coloniales, semicoloniales
y dependientes.