El proceso que llevó a la aparición de lo que ahora se llama corriente clasista fue complicado y recorrió fases que nuestro Partido viene analizando desde 1968. La dictadura militar implantada en 1966, dictadura abierta de la oligarquía burguesa terrateniente y el imperialismo, pretendió resolver, como ya señalamos, los graves problemas del capitalismo dependiente argentino, en el marco de las contradicciones que genera el imperialismo en su actual etapa, reforzando la centralización y concentración monopolista.Se propuso lograr tasas elevadas de inversión y un ritmo continuado y alto de crecimiento de la producción en un país dependiente, sin liquidar el latifundio, con una producción agropecuaria global estancada, sin una industria de base poderosa, carente de tecnología propia, con un mercado interno contraído y un mercado externo que, a precios constantes, ha disminuido en relación a los años anteriores a la década del treinta; y en un momento en que los monopolios de la principal metrópoli del capitalismo dependiente argentino, los Estados Unidos, no solo no invierten en forma importante en la Argentina sino que succionan constante y gravosamente beneficiosal exterior.