Toda la legislación represiva antipopular será derogada. Se terminará con toda forma de discriminación por sexo, raza, edad o creencia. Las mujeres tendrán iguales derechos que los hombres en todos los niveles de la sociedad. Con el objeto de asegurar a los trabajadores y ciudadanos la libertad efectiva de palabra, se nacionalizará la prensa, radio y televisión y otros medios de comunicación, actualmente en manos del imperialismo, los terratenientes y la gran burguesía intermediaria, y además del libre acceso a los mismos, se garantizará la entrega de todos los elementos necesarios para la publicación de periódicos, libros. etc. y su libre difusión en todo el país.
Para garantizar a todos los trabajadores y ciudadanos verdadera libertad de reunión se les reconocerá el derecho a organizar libremente reuniones, mítines, manifestaciones, etc., poniendo a su disposición todo los locales que dichas asambleas y reuniones requieran.
Se prestará el auxilio material y de todo tipo necesario para garantizar a los obreros, campesinos, estudiantes, intelectuales y ciudadanos en general, la libertad de asociación.
Toda persona en su lugar de trabajo, vivienda o en las calles podrá hacer pública su opinión y su critica sobre cualquier tema a través de murales y otra formas, sin sufrir represalias.
Quienes hayan cometido crímenes contra el pueblo y quienes atenten contra el Estado popular revolucionario serán juzgados por los tribunales populares, los cuales podrán privarlos de sus derechos políticos, además de aplicarles las otras penas que pudieran corresponderles.
Será otorgada la ciudadanía a todos los extranjeros que la soliciten, siempre que no hayan cometido crímenes al servicio de los imperialismos y de los reaccionarios de otros países. Los perseguidos por regímenes reaccionarios, por razones políticas, sociales o raciales gozarán del derecho de asilo.
Se establecerá la patria potestad indistinta y el derecho al divorcio vincular. Se garantizará el asesoramiento médico y la provisión gratuita de anticonceptivos en hospitales y obras sociales y se legislará el derecho al aborto. Se eliminará la obligatoriedad para la mujer de llevar el apellido del esposo.
Con el objeto de asegurar a los ciudadanos la plena libertad de conciencia, la Iglesia será separada del Estado. Se reconocerá a todas las personas que quieran hacerlo, el derecho a practicar libremente su culto y la libertad de propaganda religiosa y antirreligiosa.
Se garantizará amplias libertades para los sindicatos, comisiones internas, cuerpos de delegados, y otras formas de organización de los trabajadores dentro de las fábricas y lugares de trabajo. Se derogará toda legislación que establezca control estatal y patronal sobre el movimiento sindical, entre ellas la Ley de Asociaciones Profesionales y de Conciliación Obligatoria. Plena vigencia del derecho de huelga.