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12 de noviembre de 2010

Programa para la Revolución democrático-popular, agraria y antiimperialista en marcha ininterrumpida al socialismo

Derechos sociales básicos

Documentos del PCR / tomo 6

Condiciones de vida y de trabajo

Condiciones de vida y de trabajo

Salario míni­mo, vital y móvil, que será tam­bién garan­ti­za­do anual­men­te a los tra­ba­ja­do­res tem­po­ra­les, cuan­do la tem­po­ra­li­dad es pro­pia de la acti­vi­dad que rea­li­zan (rura­les, fri­go­rí­fi­cos, por­tua­rios, etc.). Igual sala­rio por igual tra­ba­jo para hom­bres, muje­res y jóve­nes. Mejoramiento de las asig­na­cio­nes fami­lia­res y pago ínte­gro del agui­nal­do equi­va­len­te al últi­mo mes de tra­ba­jo.
Control del abas­te­ci­mien­to y de pre­cios por parte de los cuer­pos de dele­ga­dos, sin­di­ca­tos, orga­ni­za­cio­nes de amas de casa, veci­na­les y de comer­cian­tes mino­ris­tas.
La sema­na de tra­ba­jo será de 40 horas, con des­can­so sema­nal míni­mo con­se­cu­ti­vo de 36 horas para todos los obre­ros del campo y de la ciu­dad. Jornada de 6 horas para los jóve­nes meno­res de 18 años, así como para los tra­ba­ja­do­res ocu­pa­dos en tare­as insa­lu­bres, noc­tur­nas y en las minas con un máxi­mo de 30 horas sema­na­les. Los meno­res no podrán ser emplea­dos en tare­as noc­tur­nas.
Se erra­di­ca­rá el tra­ba­jo a des­ta­jo. Existirá sólo excep­cio­nal­men­te y será legis­la­do en espe­cial. Teniendo en cuen­ta las dife­ren­tes carac­te­rís­ti­cas de los luga­res y zonas de tra­ba­jo, se esta­ble­ce­rán regla­men­ta­cio­nes y pre­ven­cio­nes de salud. Los emplea­do­res pri­va­dos de obre­ros rura­les fijos o tem­po­ra­rios debe­rán pro­veer­los de casas cómo­das e higié­ni­cas, per­mi­tien­do que sus fami­lias vivan con ellos.
Se con­ce­de­rán vaca­cio­nes anua­les para los obre­ros y emplea­dos, de 15 a 30 días según la anti­güe­dad labo­ral. La licen­cia por mater­ni­dad o adop­ción abar­ca­rá dos meses antes y tres meses des­pués del parto o la adop­ción. La licen­cia pre­par­to o pos­par­to podrá ampliar­se cuan­do la acti­vi­dad labo­ral afec­te el emba­ra­zo u otras situa­cio­nes espe­cia­les. Serán rele­va­das de tare­as noc­tur­nas o insa­lu­bres duran­te el emba­ra­zo y lac­tan­cia, man­te­nien­do su cate­go­ría. Se res­pe­ta­rá el día feme­ni­no.
El gobier­no y sus ins­ti­tu­cio­nes edu­ca­cio­na­les empren­de­rán junto a los cuer­pos de dele­ga­dos y sin­di­ca­tos, la tarea de exten­der la ense­ñan­za en todos los nive­les, para que todos los tra­ba­ja­do­res acce­dan a la cul­tu­ra y mejo­ren su for­ma­ción téc­ni­ca, pres­tan­do espe­cial aten­ción a la capa­ci­ta­ción de todas las muje­res que quie­ran acce­der a la pro­duc­ción.
Se ins­ta­la­rán como ser­vi­cios públi­cos: jar­di­nes mater­na­les, come­do­res y lavan­de­rías, en los barrios, zonas rura­les y empre­sas. Se crea­rán ins­ti­tu­cio­nes espe­cí­fi­cas que fun­cio­nen como hoga­res sus­ti­tu­tos para la aten­ción de meno­res aban­do­na­dos.
El gobier­no implan­ta­rá un segu­ro social com­ple­to (deso­cu­pa­ción, enfer­me­dad, dis­ca­pa­ci­dad, acci­den­te, inva­li­dez, vejez y muer­te) para todos los tra­ba­ja­do­res urba­nos y rura­les a cargo del Estado y emplea­do­res pri­va­dos. Su admi­nis­tra­ción será ejer­ci­da por un orga­nis­mo nacio­nal con­tro­la­do por los cuer­pos de dele­ga­dos y sin­di­ca­tos.
Las jubi­la­cio­nes serán del 100% móvil del sala­rio o suel­do que se per­ci­ba al momen­to del reti­ro, debien­do com­pu­tar­se todos los suel­dos adi­cio­na­les del bási­co. Todos los tra­ba­ja­do­res se podrán jubi­lar des­pués de los 30 años de ser­vi­cio o 60 de edad. Se garan­ti­za­rá una regla­men­ta­ción espe­cial para las tare­as insa­lu­bres u otras que por su carác­ter impli­quen un exce­si­vo des­gas­te físi­co y psí­qui­co. Las muje­res su jubi­la­rán con 25 años de ser­vi­cio o 55 de edad, imple­men­tán­do­se la jubi­la­ción auto­má­ti­ca para el ama de casa. Todo habi­tan­te que haya cum­pli­do 60 años de edad tra­ba­jan­do y no dis­pon­ga de ingre­sos sufi­cien­tes, reci­bi­rá una pen­sión que le garan­ti­ce una vida digna.

 

a) Vivienda

Se garan­ti­za­rán vivien­das dig­nas a toda la pobla­ción. Expropiación sin indem­ni­za­cio­nes de las pro­pie­da­des urba­nas de la oli­gar­quía terra­te­nien­te, los mono­po­lios extran­je­ros y la gran bur­gue­sía inter­me­dia­ria. Eliminación de la espe­cu­la­ción con la vivien­da, indem­ni­zan­do a los peque­ños y media­nos ren­tis­tas en un plazo y mon­tos que se fija­rán por ley.
Plan de cons­truc­ción de vivien­das popu­la­res, cuyo alqui­ler no podrá exce­der el 5% de los ingre­sos men­sua­les del usu­fruc­tua­rio. A los actua­les habi­tan­tes de villas y asen­ta­mien­tos se les entre­ga­rán las tie­rras que hoy ocu­pan u otras mejo­res en el caso que éstas no sean aptas, en forma inme­dia­ta, gra­tui­ta y colec­ti­va a los cuer­pos de dele­ga­dos y jun­tas veci­na­les para su dis­tri­bu­ción demo­crá­ti­ca y ten­drán prio­ri­dad en la adju­di­ca­ción de vivien­das por el gobier­no popu­lar revo­lu­cio­na­rio.
Se apun­ta­rá a resol­ver el pro­ble­ma de zonas inun­da­bles, falta de agua pota­ble, luz y otros ser­vi­cios indis­pen­sa­bles en villas y barrios pobres. Se ayu­da­rá a los mis­mos para la cons­truc­ción y mejo­ra de las vivien­das. Se pro­ce­de­rá a prac­ti­car un plan pro­gre­si­vo de sanea­mien­to de ríos y arro­yos con­ta­mi­na­dos, con la ayuda de los ribe­re­ños afec­ta­dos. Se ela­bo­ra­rá un plan de vivien­das rura­les que con­tem­ple las cos­tum­bres y nece­si­da­des de los obre­ros rura­les, cam­pe­si­nos pobres y comu­ni­da­des abo­rí­ge­nes. Los pla­nes de vivien­da esta­rán deter­mi­na­dos por las nece­si­da­des regio­na­les y por los modos de vida habi­tua­les de cada zona.
 

 

b) Política sanitaria al servicio del pueblo

Se pro­pug­na­rá la estruc­tu­ra­ción de un sis­te­ma sani­ta­rio nacio­nal inte­gra­do, asu­mien­do el gobier­no popu­lar la res­pon­sa­bi­li­dad de todas las accio­nes de salud en sus aspec­tos téc­ni­cos, nor­ma­ti­vos, finan­cie­ros y admi­nis­tra­ti­vos, a fin de garan­ti­zar la máxi­ma cober­tu­ra en forma gra­tui­ta, inte­gral e igua­li­ta­ria. Dicho sis­te­ma fun­cio­na­rá en base a la estra­te­gia de aten­ción pre­ven­ti­va y pri­ma­ria de la salud, con par­ti­ci­pa­ción popu­lar en la pla­ni­fi­ca­ción, orga­ni­za­ción, eje­cu­ción, con­trol y eva­lua­ción de las accio­nes de salud. Se for­ta­le­ce­rá la polí­ti­ca de cons­truc­ción y man­te­ni­mien­to de los cen­tros de salud peri­fé­ri­cos, que actua­rán coor­di­na­da­men­te con los hos­pi­ta­les públi­cos zona­les y regio­na­les de dis­tin­ta com­ple­ji­dad. Se garan­ti­za­rá la pla­ni­fi­ca­ción volun­ta­ria de la fami­lia en forma gra­tui­ta. Las gran­des clí­ni­cas y sana­to­rios pri­va­dos serán expro­pia­dos, según ley al efec­to, res­pe­tan­do los dere­chos de los peque­ños y media­nos accio­nis­tas.
La polí­ti­ca sani­ta­ria se guia­rá por el prin­ci­pió de que el man­te­ni­mien­to y las accio­nes sani­ta­rias son tarea de todo el pue­blo. Para ello esti­mu­la­rá la acción de los pobla­do­res de cada región, muni­ci­pio, barrio, etc., (res­pon­sa­bles de salud) coor­di­na­da­men­te con los pro­fe­sio­na­les y demás tra­ba­ja­do­res de salud, den­tro de las fina­li­da­des del sis­te­ma nacio­nal inte­gra­do por el sec­tor públi­co y las obras socia­les. Estimulará, a su vez, la com­bi­na­ción de la medi­ci­na popu­lar con la medi­ci­na uni­ver­si­ta­ria y la for­ma­ción de tra­ba­ja­do­res de salud con enfo­ques mul­ti­dis­ci­pli­na­rios y comu­ni­ta­rio-socia­les.
Los hos­pi­ta­les serán cen­tro de inves­ti­ga­ción de los pro­ble­mas sani­ta­rios regio­na­les y se desa­rro­lla­rán pro­gra­mas espe­cia­les de pre­ven­ción y asis­ten­cia de enfer­me­da­des regio­na­les y endé­mi­cas (cha­gas, mal de los ras­tro­jos, palu­dis­mo, hida­ti­do­sis, alco­ho­lis­mo, etc.). Se pres­ta­rá espe­cial cui­da­do a los pla­nes de aten­ción mater­no infan­ti­les, y se ten­drá una polí­ti­ca nacio­nal de medi­ca­men­tos e insu­mos médi­cos, desa­rro­llan­do su pro­duc­ción a tra­vés de una empre­sa nacio­nal de medi­ca­men­tos. Con esa fina­li­dad se expro­pia­rá a los gran­des mono­po­lios pro­duc­to­res de medi­ca­men­tos e insu­mos médi­cos.
Lucha acti­va con­tra la droga con pro­gra­mas pre­ven­ti­vos socia­les y de aten­ción y recu­pe­ra­ción de los afec­ta­dos, sani­ta­ria y comu­ni­ta­ria, inclu­yen­do tra­ta­mien­to indi­vi­dual y fami­liar.

 

c) Educación, cultura y deporte

1) El Estado popu­lar revo­lu­cio­na­rio garan­ti­za­rá la edu­ca­ción públi­ca, obli­ga­to­ria, gra­tui­ta, laica, popu­lar, sobre bases y con­te­ni­dos cien­tí­fi­cos y demo­crá­ti­cos. No sub­si­dia­rá nin­gún tipo de ense­ñan­za pri­va­da. Se res­pe­ta­rá la pro­pie­dad de los due­ños que no se sumen a la con­tra­rre­vo­lu­ción, ejer­cién­do­se un estric­to con­trol sobre ellos al igual que sobre el resto de la edu­ca­ción.
Los pla­nes y regí­me­nes de estu­dio serán fija­dos por el Estado para el nivel de la rama res­pec­ti­va. Los órga­nos de poder local com­ple­men­tán­do­se con los con­se­jos estu­dian­ti­les, docen­tes y no docen­tes, ejer­ce­rán fun­cio­nes de admi­nis­tra­ción, con­trol y acce­so­ria.
Se modi­fi­ca­rán los pla­nes de estu­dio de modo que corres­pon­dan con los obje­ti­vos de la revo­lu­ción popu­lar, agra­ria y anti­im­pe­ria­lis­ta, en mar­cha al socia­lis­mo, par­tien­do de las carac­te­rís­ti­cas y tra­di­cio­nes de cada zona, pro­vin­cia o región.
Se tra­ta­rá de com­bi­nar la teo­ría con la prác­ti­ca en todos los nive­les de la ense­ñan­za, prio­ri­zan­do los avan­ces de la inves­ti­ga­ción cien­tí­fi­ca y su inte­gra­ción con la prác­ti­ca pro­duc­ti­va y la lucha de cla­ses, aten­dién­do­se a las carac­te­rís­ti­cas de las dis­tin­tas pro­vin­cias y regio­nes. Se garan­ti­za­rán con­di­cio­nes demo­crá­ti­cas tanto en el terre­no de la orga­ni­za­ción gre­mial de docen­tes y estu­dian­tes como en la rela­ción docen­te-alum­no. Se pro­mo­ve­rá la inser­ción de las per­so­nas de avan­za­da edad a las tare­as edu­ca­ti­vas y cul­tu­ra­les para que pue­dan vol­car su expe­rien­cia y cono­ci­mien­to a la comu­ni­dad.
Se ase­gu­ra­rá prio­ri­ta­ria­men­te el ingre­so en todos lo nive­les edu­ca­ti­vos y, en par­ti­cu­lar en sus nive­les supe­rio­res, de los obre­ros indus­tria­les, rura­les y cam­pe­si­nos pobres. Se res­pe­ta­rá y se ense­ña­rá la cul­tu­ra y la his­to­ria de los abo­rí­ge­nes. Se imple­men­ta­rá la ense­ñan­za bilin­güe tenien­do en cuen­ta la len­gua mater­na de cada comu­ni­dad.
Se gene­ra­li­za­rán los come­do­res esco­la­res gra­tui­tos, se crea­rán escue­las hoga­res en las zonas rura­les y se amplia­rá la red de jar­di­nes de infan­tes, jar­di­nes mater­na­les y de escue­las de ense­ñan­za espe­cial y reha­bi­li­ta­ción para todos los dis­ca­pa­ci­ta­dos. Se exten­de­rá la escue­la de jor­na­da com­ple­ta a todas las pro­vin­cias.
Se hará una gran cam­pa­ña de movi­li­za­ción de masas para erra­di­car el anal­fa­be­tis­mo y el semia­nal­fa­be­tis­mo.
Se crea­rán nue­vas escue­las pri­ma­rias y secun­da­rias en zonas rura­les y peri­fé­ri­cas de gran­des cen­tros urba­nos. Se exten­de­rán los tur­nos de ense­ñan­za de tal mane­ra que los obre­ros indus­tria­les, rura­les y cam­pe­si­nos pobres pue­dan capa­ci­tar­se.
Se dará prio­ri­dad a la ense­ñan­za poli­téc­ni­ca y espe­cia­li­za­da. Se ase­gu­ra­rá y desa­rro­lla­rá la edu­ca­ción físi­ca, el depor­te y la recrea­ción en todos los nive­les de la ense­ñan­za.
La Universidad del pue­blo libe­ra­do será cien­tí­fi­ca, demo­crá­ti­ca y popu­lar. Estará al ser­vi­cio de las trans­for­ma­cio­nes revo­lu­cio­na­rias en la indus­tria, el campo, la salud, la jus­ti­cia, el desa­rro­llo inde­pen­dien­te y la defen­sa nacio­nal. Se ase­gu­ra­rá prio­ri­ta­ria­men­te la entra­da de los obre­ros indus­tria­les, rura­les y cam­pe­si­nos pobres. Como medi­das inme­dia­tas se crea­rá un sis­te­ma espe­cial de becas, se mul­ti­pli­ca­rán las vivien­das estu­dian­ti­les, se rea­bri­rán los come­do­res uni­ver­si­ta­rios y se adap­ta­rán pla­nes de estu­dio espe­cia­les para los tra­ba­ja­do­res que no pue­dan asis­tir regu­lar­men­te a las cla­ses.
Por su con­te­ni­do la ense­ñan­za uni­ver­si­ta­ria será: popu­lar, cien­tí­fi­ca y demo­crá­ti­ca. Se garan­ti­za­rá la más amplia demo­cra­cia inter­na y el deba­te de las dis­tin­tas corrien­tes del pen­sa­mien­to. Se anu­la­rá todo com­pro­mi­so con orga­nis­mos impe­ria­lis­tas.
La Universidad será autó­no­ma y su gobier­no será ejer­ci­do en forma igua­li­ta­ria por los estu­dian­tes, docen­tes, no docen­tes y gra­dua­dos.
Se crea­rán ins­ti­tu­tos regio­na­les y zona­les, adap­ta­dos a los reque­ri­mien­tos espe­cí­fi­cos de cada lugar. Se otor­ga­rán títu­los inter­me­dios.
2) Se pro­mo­ve­rá el desa­rro­llo de una cul­tu­ra anti­im­pe­ria­lis­ta y anti­te­rra­te­nien­te de las masas popu­la­res, una cul­tu­ra nacio­nal, cien­tí­fi­ca y popu­lar, diri­gi­da por la ideo­lo­gía y las con­cep­cio­nes cul­tu­ra­les del pro­le­ta­ria­do.
Se defen­de­rá el patri­mo­nio cul­tu­ral en sus más diver­sas mani­fes­ta­cio­nes. Se res­ca­ta­rán aque­llas expre­sio­nes de cul­tu­ra obre­ra, cam­pe­si­na, indí­ge­na y todas las pro­duc­cio­nes de con­te­ni­do nacio­nal y popu­lar, repri­mi­das o pos­ter­ga­das por la cul­tu­ra oli­gár­qui­co-impe­ria­lis­ta. Se impul­sa­rá la inves­ti­ga­ción en todos los cam­pos de la rea­li­dad social y cul­tu­ral y se esti­mu­la­rá la pro­duc­ción artís­ti­ca popu­lar (cine, tea­tro, músi­ca, lite­ra­tu­ra, artes plás­ti­cas). Se des­ti­na­rán fon­dos para alen­tar las acti­vi­da­des cul­tu­ra­les y se garan­ti­za­rá la liber­tad de crea­ción, otor­gán­do­se sub­si­dios, pre­mios, etc.
Se impul­sa­rá el inter­cam­bio cul­tu­ral y cien­tí­fi­co con todos los paí­ses del mundo para que nues­tra cul­tu­ra de raíz indo­a­me­ri­ca­na se enri­quez­ca incor­po­ran­do crí­ti­ca­men­te los ele­men­tos más avan­za­dos de la cul­tu­ra uni­ver­sal.

3) Gratuidad de todos los cen­tros depor­ti­vos y recrea­ti­vos en par­ques y espa­cios abier­tos, fomen­tan­do la edu­ca­ción físi­ca y el depor­te masi­vo.
Eliminación de la comer­cia­li­za­ción del depor­te.
Red nacio­nal de camptngs y alber­gues juve­ni­les gra­tui­tos en todo el país. Revisación médi­ca gra­tui­ta para todos los depor­tis­tas.

d) Defensa nacional

Desarrollo de una polí­ti­ca de defen­sa nacio­nal basa­da en las fuer­zas arma­das revo­lu­cio­na­rias y en la movi­li­za­ción arma­da y civil del pue­blo.
Todos los miem­bros de las fuer­zas arma­das revo­lu­cio­na­rias ten­drán igua­les dere­chos que los demás ciu­da­da­nos. Se des­te­rra­rán las jerar­quías y cas­tas de las vie­jas fuer­zas arma­das y sólo se reco­no­ce­rán como prin­ci­pios de direc­ción y de mando: el espí­ri­tu revo­lu­cio­na­rio, las cua­li­da­des com­ba­ti­vas y la pre­pa­ra­ción téc­ni­ca. Las nue­vas fuer­zas arma­das par­ti­ci­pa­rán en la pro­duc­ción, ligán­do­se así fuer­te­men­te al pue­blo tra­ba­ja­dor.
Se man­ten­drá el ser­vi­cio mili­tar obli­ga­to­rio con el fin de pre­pa­rar para la defen­sa de la Patria y la Revolución a toda la pobla­ción. Las muje­res reci­bi­rán ins­truc­ción mili­tar y se impul­sa­rá su par­ti­ci­pa­ción en todos los nive­les de las fuer­zas arma­das popu­la­res. La situa­ción de los vete­ra­nos y de los huér­fa­nos de gue­rra será obje­to de un tra­ta­mien­to legis­la­ti­vo espe­cial, reco­no­cien­do su con­tri­bu­ción a la defen­sa de la Patria y de la Revolución.

 

e) Política internacional

El gobier­no popu­lar revo­lu­cio­na­rio se soli­da­ri­za­rá acti­va­men­te con todos los paí­ses que hayan empren­di­do un rumbo anti­im­pe­ria­lis­ta y revo­lu­cio­na­rio, pro­mo­ve­rá la uni­dad lati­no­a­me­ri­ca­na y del Tercer Mundo con­tra las dos super­po­ten­cias impe­ria­lis­tas, la URSS y los Estados Unidos, y prac­ti­ca­rá una polí­ti­ca acti­va den­tro del Tercer Mundo para liqui­dar los res­tos del sis­te­ma colo­nial. Respetará la sobe­ra­nía de todos los paí­ses y al mismo tiem­po dará apoyo a los lucha­do­res revo­lu­cio­na­rios de todo el mundo.
Se bre­ga­rá por man­te­ner rela­cio­nes diplo­má­ti­cas con todos los paí­ses del mundo, sobre la base de los prin­ci­pios de coe­xis­ten­cia pací­fi­ca entre los Estados: res­pe­to a la sobe­ra­nía e inde­pen­den­cia; no agre­sión recí­pro­ca; no inter­ven­ción en los asun­tos inter­nos de un país por parte de otro; igual­dad y bene­fi­cio recí­pro­co.
Se renun­cia­rá a todo tipo de pac­tos o acuer­dos secre­tos, y se hará una diplo­ma­cia abier­ta para las gran­des masas. Se revi­sa­rá la per­te­nen­cia a pac­tos que pue­dan afec­tar la sobe­ra­nía nacio­nal. Se enfren­ta­rá la polí­ti­ca hege­mo­nis­ta y agre­si­va de las dos super­po­ten­cias pro­mo­vien­do un fren­te común con los paí­ses lati­no­a­me­ri­ca­nos y del Tercer Mundo y se lucha­rá por la recu­pe­ra­ción de las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur y mares adya­cen­tes, la sobe­ra­nía plena sobre nues­tra pla­ta­for­ma sub­ma­ri­na y sobre el sec­tor antár­ti­co argen­ti­no.
Se pro­mo­ve­rá en los orga­nis­mos inter­na­cio­na­les el res­pe­to a la inte­gri­dad terri­to­rial de los paí­ses y el dere­cho a la sobe­ra­nía sobre las 200 millas marí­ti­mas.
Se prac­ti­ca­rá una polí­ti­ca de soli­da­ri­dad e inte­gra­ción con los pue­blos y paí­ses de América Latina basa­da en la com­ple­men­ta­ción eco­nó­mi­ca, la solu­ción pací­fi­ca de los con­flic­tos, el res­pe­to mutuo y la defen­sa y desa­rro­llo de las cul­tu­ras y tra­di­cio­nes nacio­na­les. Solidaridad acti­va en la lucha anti­he­ge­mo­nis­ta y anti­im­pe­ria­lis­ta, en el cami­no de ir con­so­li­dan­do, la uni­dad y coo­pe­ra­ción pro­gre­si­va de todos los pue­blos y nacio­nes de Latinoamérica.
El gobier­no popu­lar revo­lu­cio­na­rio lucha­rá con­tra la polí­ti­ca de mono­po­lio ató­mi­co de las gran­des poten­cias y se esfor­za­rá por unir­se a las cam­pa­ñas por el des­ar­me ató­mi­co y la des­truc­ción del arse­nal ató­mi­co mun­dial y por el reti­ro de todas las bases y tro­pas mili­ta­res en el extran­je­ro, res­pe­tan­do el dere­cho sobe­ra­no de todas las nacio­nes, sean ellas gran­des o peque­ñas.