También el movimiento campesino conoce un nuevo auge. Este auge reconoce su causa en la existencia en el mundo de una población enorme, de centenares de millones de campesinos, que ante la destrucción de la agricultura tradicional por las políticas agrarias que impulsan los monopolios capitalistas, siguiendo las normas de la agrotecnología imperialista, son arrojados al hambre y el atraso más brutales. En China, en donde el censo de 1997 encontró 866.037.000 personas viviendo en el campo, sobre una población total de 1.236 millones, se han producido en estos años innumerables luchas campesinas. Algunas trascendieron a la prensa. Son incontables las luchas campesinas en la India, algunas armadas. Las luchas campesinas producidas por la crisis de 1997 fueron muy grandes en Indonesia, Malasia, Tailandia y otros países del sudeste asiático. El problema campesino es un componente principal del combate nacional en las ex-repúblicas soviéticas y en África, ante el regreso al semicolonialismo, la semifeudalidad e incluso el esclavismo y su secuela de tremenda miseria, que producen las actuales políticas del imperialismo. Aunque un reciente llamamiento de las principales fuerzas de izquierda de Brasil para constituir un Movimiento Cívico de Defensa de Brasil, firmado incluso por la Central Única de Trabajadores y el Movimiento Sin Tierra, lo ignore, pretendiendo separar el combate antiterrateniente del combate nacional, el problema de la tierra y la lucha campesina ha sido, durante estos años, uno de los motores principales del combate social en Brasil. La lucha campesina e indígena se ha extendido en toda América Latina, desde México hasta Ecuador, Paraguay, Bolivia, Brasil, Chile y Argentina.
También crecen y se consolidan los movimientos de masa y las luchas estudiantiles, de las que fue un ejemplo la prolongada ocupación por los estudiantes de la Universidad Autónoma de México, en lucha contra el arancelamiento de la misma, y la lucha de los estudiantes de Indonesia y Ecuador. Crecen los movimientos de mujeres y el movimiento popular en sus diversas formas (una de las más importantes ha sido la de los deudores de los bancos, en México y otros países). Luego del avance de las corrientes revisionistas, escépticas, producida por la derrota del socialismo, comienzan a crecer corrientes progresistas, antiimperialistas y proletarias en la intelectualidad, que enfrentan la ideología “globalizadora” de los imperialismos.