Se le preguntó a Mao por qué pudo derrotar a un enemigo que al inicio era cuatro veces superior, y dijo: “Muy sencillo: yo siempre he preferido a mi lado hombres inteligentes y capaces, aunque no me fuesen totalmente fieles, antes que perros falderos, pero tontos. Chiang, por su parte, prefería esclavos o eunucos que le lavasen los pies antes que cerebros capaces que se permitiesen discutir sus sistemas. El resultado, así, no podía ser otro”.
Tomás L. Verdejo: Mao ha muerto.
Se le preguntó a Mao por qué pudo derrotar a un enemigo que al inicio era cuatro veces superior, y dijo: “Muy sencillo: yo siempre he preferido a mi lado hombres inteligentes y capaces, aunque no me fuesen totalmente fieles, antes que perros falderos, pero tontos. Chiang, por su parte, prefería esclavos o eunucos que le lavasen los pies antes que cerebros capaces que se permitiesen discutir sus sistemas. El resultado, así, no podía ser otro”.
Tomás L. Verdejo: Mao ha muerto.