“No es un beneficio ni una dádiva, es un derecho”, dijo bien Cristina Fernández al anunciar que se pagarán durante todo el año las asignaciones familiares a los trabajadores temporarios. Pero el problema es que este derecho solo alcanza a “cerca de 150.000”, que son los registrados como tales, mientras que más de 500.000 –en todo el país– no están registrados, trabajando “en negro” cuando logran hacerlo, sea directamente o a través de contratistas o cooperativas, como es el caso de los tareferos (obreros de la yerba mate) de Misiones, que estuvieron recientemente en Buenos Aires (hoy, N° 1343: “La esclavitud de los tareferos”).
Urge, por tanto, que el gobierno nacional y los gobiernos provinciales emprendan de una vez por todas una activa campaña en todo el país, pueblo por pueblo, chacra por chacra, empresa por empresa, para que se registren todos los empleados temporarios y puedan así acceder al derecho a la asignación familiar mientras trabajan, y durante todo el año. Desde los obreros rurales hasta los lavadores de copas en los centros turísticos, que dice tener en mente la Presidenta.
Pensiones no contributivas
La Presidenta anunció que “otorgará”, por única vez por el mes de diciembre, una suma extra de 220 pesos en las pensiones no contributivas. La medida alcanza a 1.009.000 personas que tienen ese tipo de pensiones, la mayoría de las cuales son por invalidez.
La medida es semejante a la que “otorgó” a las jubilaciones de hasta 1.500 pesos, de 500 pesos por única vez para diciembre, después de haber vetado el 82%, con lo que los jubilados y pensionados volverán a estar como antes a partir de enero de 2011, o mejor dicho peor, porque el gobierno kirchnerista sigue con su política inflacionaria, por lo que los retaceados haberes alcanzan cada vez para menos.