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02 de febrero de 2011


El manejo kirchnerista con la venta del trigo

Hoy 1354 / Una maniobra que perjudica a gran parte de los pequeños y medianos productores

Tras el contundente paro en la comercialización de granos de la semana pasada, el gobierno kirchnerista “gestionó” ante la Federación de Molineros la compra directa a precio pleno de 500.000 toneladas de trigo –equivalente a un mes de molienda– a un único proveedor: la cooperativa Agricultores Federados Argentinos (AFA), vinculada con Federación Agraria.

Tras el contundente paro en la comercialización de granos de la semana pasada, el gobierno kirchnerista “gestionó” ante la Federación de Molineros la compra directa a precio pleno de 500.000 toneladas de trigo –equivalente a un mes de molienda– a un único proveedor: la cooperativa Agricultores Federados Argentinos (AFA), vinculada con Federación Agraria.
Esto que podría entenderse como un beneficio para los pequeños y medianos productores resulta totalmente discriminatorio para los mismos, ya que solo podrán acceder a él los que integren dicha cooperativa. Quedan afuera los miles de productores, particularmente los más pequeños, que no están federados e incluso los que estando federados no integran AFA. Lo que se hubiera evitado –si la intención fuera realmente beneficiar a los pequeños y medianos productores– con una obligación de compra de hasta 20 toneladas por cada productor, sea directamente o a través de cualquier cooperativa o acopiador local.
Con lo que resulta claro que se trata de una nueva maniobra del gobierno kirchnerista, como viene haciéndolo desde la asunción del ministro de Agricultura, Julián Domínguez, para romper la unidad de acción en el frente agrario, incluso dentro de la propia Federación Agraria, buscando ganarse al sector que trabaja con AFA. De esta manera sólo se beneficia a unos 3.000 productores de trigo, equivalente al 10% del total. El 90% restante, unos 27.000 agricultores (la mayoría pequeños y medianos) quedan excluidos del compromiso de pagar el FAS teórico (precio de referencia) asumido por la Federación Argentina de Industrias Molineras (FAIM), por lo que tendrán fuertes dificultades para comercializar el cereal.
En esta época del año se produce el pico de oferta de trigo en nuestro país, sobre todo en una campaña como la presente en la que se estima la cosecha llegará a 15 millones de toneladas. Si a los efectos de esta gran presión estacional de la oferta del cereal se le suma ahora una demanda concentrada en un solo proveedor, caerán los precios, generando una mayor diferencia entre el FAS teórico y el FAS real. Esta es la situación que soportarán los productores que quedaron excluidos del mandato de compra a la molinería del trigo comercializado a través de AFA.
También se estaría afectando, según denunció la Federación de Acopiadores, a más de 1.000 acopios y cooperativas que no comercializan a través de AFA, “unas 250.000 toneladas, por un valor superior a US$ 50 millones”: “Los beneficios otorgados a AFA por decisión del ministro, decisión que se convirtió en una orden para la Federación de Molineros, representan una condena para todo el universo de productores, acopios y cooperativas, al excluirlos de esta operación”.
La medida además afectaría sobre todo a los molinos más pequeños, que estarían obligados a comprar a quienes no son sus proveedores habituales y, en algunos casos, con contrafletes que encarecerían las operaciones.
A esta situación en la comercialización del trigo hay que agregar la inquietud que genera la nueva categoría denominada trigo pan baja proteína, definida por el Ministerio de Agricultura, debido a que lo único conocido hasta el momento es que tiene un precio FAS teórico de $745, un 20% inferior al FAS teórico del trigo pan. Con lo que los monopolios imperialistas de la molinería y la exportación (Cargill, Dreyfus, Nidera, Bunge, etc.) tendrían un nuevo argumento para justificar el robo que vienen haciendo a los productores desde 2006 (ver hoy, nº 1352).