Los más viejos de la fábrica dicen: “¡Arrancarle 100 efectivizaciones de una a estos tipos en noviembre, no se puede creer! ¡Nunca pasó!”. “Antes, las efectivizaciones eran por tanda de a 20 en negociaciones entre el sindicato y la oficina de personal de la empresa y eran todos acomodados”.
El 17 de octubre, 10 días antes de las elecciones, habían iniciado una medida de lucha por aumento salarial (ver hoy 1190). Los trabajadores y la Comisión Interna, a través de varias asambleas en la puerta de fábrica y con la presencia de la Directiva del Sindicato, STIA, habían elaborado un petitorio que contenía básicamente dos puntos: 1) aumento salarial, por encima del 16,5% firmado por la Federación de la Alimentación en abril, y 2) la efectivización de los contratados. Además de otros viejos reclamos.
Algunas cosas pasaron durante los 25 días de conciliación obligatoria: los trabajadores y sus delegados mantuvieron lo que habían decidido: ningún despido, aumento salarial de $400, $ 150 de tiquet y $ 50 más de premio por presentismo, y efectivización de los contratados.
Por otro lado, se generalizó el debate en las otras plantas que Bagley/Arcor tienen en Córdoba; y además se acerca el 10 de diciembre, fecha en que debe asumir Schiaretti como gobernador, luego de un fraude escandaloso, en una provincia donde CK perdió –en la capital salió tercera– y donde el voto bronca pegó tanto o más que en el resto del país; ya que el fraude del 2 de septiembre está muy presente en la gente.
Los más jóvenes, que fueron parte de las medidas de lucha, sienten que ha sido un paso; terminan el año efectivizados, algo impensado en esta empresa, donde en marzo del año siguiente empezaban a rogar que los volvieran a llamar. Sin embargo queda pendiente el aumento salarial que empieza a negociarse en los próximos días.
Parece ser que están dispuestos a negociar cualquier cosa, salvo aumentos salariales y menos ahora que ya están preparando el pacto social con la nueva presidenta, que de nueva no tiene nada.
Se escuchan algunas opiniones como: “Que no nos verseen, necesitamos la plata”, “Por supuesto que está muy bueno lo de los 100 efectivos, pero falta el aumento”. Esta idea de que “falta el aumento” es muy general, porque no se puede vivir con $ 1.200, y la lucha empezó y sigue siendo por un aumento salarial ya que la canasta familiar, según STIA Córdoba, supera los $ 3.000.
Tonificados por este triunfo parcial y por el calor de las luchas que recorren el país hay mejores condiciones para encarar lo que viene.
02 de octubre de 2010