Con total descaro, en su mensaje al Congreso, Cristina Kirchner alabó su política de “sustitución de importaciones”. Incluso elogió la compra de 20 aviones brasileños de la fábrica Embraer (que es sabido se pagaron con jugosos sobreprecios). Sucede que Embraer propuso, hace dos años, fabricar en conjunto con la Argentina, en la Fábrica Militar de Aviones de Córdoba, aviones de carga para utilizar en todo el Mercosur, y el gobierno argentino, por voluntad de Cristina y su ministra Nilda Garré, rechazaron la oferta,
y continuaron con su política de vaciar la fábrica de aviones de Córdoba.