Esta marcha es ya una tradición histórica -nos dice DK-. Une el repudio al golpe, a la brutal represión genocida y al proceso económico que se generó con él, con las reivindicaciones populares y la problemática de las luchas por las libertades democráticas actuales.
Esta marcha es ya una tradición histórica -nos dice DK-. Une el repudio al golpe, a la brutal represión genocida y al proceso económico que se generó con él, con las reivindicaciones populares y la problemática de las luchas por las libertades democráticas actuales.
Este año a 35 del golpe, por un lado se suma un valor simbólico y por otro ha quedado desnudo el doble discurso kirchnerista, a partir de los hechos del 2010: levantan banderas de lucha contra la represión y la impunidad mientras el gobierno es responsable de la persistencia de la impunidad, y hay represión.
En 2010 hubo 9 muertes: 3 en Soldati, 2 en Formosa, 3 en Bariloche y 1 en Barracas. Se ha golpeado a los pueblos originarios, a los trabajadores que luchan por el pase a planta permanente, hubo gatillo fácil y represión a una pueblada contra el gatillo fácil. Paralelamente crece la criminalización de la protesta social, lo que le permite al gobierno no aparecer utilizando violencia estatal física, despolitizar la represión convirtiéndola en un asunto legal, intimidar y condicionar a los protagonistas de las luchas con la amenaza de cárcel efectiva entre otras cosas.
En los hechos de Soldati no hay imputados y se persigue a los luchadores populares que han acompañado. En este caso el pedido del fiscal mandado por Macri fue de allanamiento y detención de un grupo de compañeros acusándolos de organizar la ocupación del Indoamericano de diciembre del 2010. Si bien la jueza desestimó la acusación, la fiscalía insiste en la continuidad del procesamiento.
En estos últimos 8 años se han sancionado leyes reaccionarias, se han creado nuevas fuerzas policiales, se ha judicializado la lucha popular, han desaparecido Julio López y Luciano Arruga, han existido numerosos hechos represivos, que han dejado como saldo decenas de asesinatos, que en su mayoría se encuentran impunes, se han utilizado patotas contra los que luchan y se han encarcelado a numerosas personas por causas políticas.
Hoy –nos termina diciendo Diana Kordon– pese a las múltiples provocaciones que tienden a silenciar el movimiento popular contra la impunidad y violación a los derechos humanos de ayer y de hoy, una vez más volveremos a marchar el 24 por memoria, verdad y justicia en el camino de conquistarlas.