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30 de marzo de 2011

En las plantas de Tubos Trans Electric, una en el Barrio Villa Páez, y otra en Ferreyra, quedó demostrado que el camino para conseguir lo necesario es la lucha.
 

Triunfo en Tubos Trans Electric

Hoy 1362 / Metalúrgica de Córdoba

Nos plantamos ante la negativa terminante del dueño de no pagar una suma no remunerativa de $800 acordada entre la cámara empresarial y la UOM como ayuda hasta las paritarias. El conjunto de los obreros tomamos la ofensiva y en asamblea defendimos iniciar un quite de colaboración sabiendo la cantidad de trabajo que hay y la necesidad de la empresa. Como respuesta tuvimos una prepoteada del dueño que dijo, “hasta que la Justicia no me intime, yo no pago un peso”.

Nos plantamos ante la negativa terminante del dueño de no pagar una suma no remunerativa de $800 acordada entre la cámara empresarial y la UOM como ayuda hasta las paritarias. El conjunto de los obreros tomamos la ofensiva y en asamblea defendimos iniciar un quite de colaboración sabiendo la cantidad de trabajo que hay y la necesidad de la empresa. Como respuesta tuvimos una prepoteada del dueño que dijo, “hasta que la Justicia no me intime, yo no pago un peso”.
Ahí arrancó una lucha profundizando medidas, logrando una unidad que antes no habíamos tenido. En  asamblea resolvimos paro de 15 minutos por hora, con un cuerpo de delegados vacilante y con algunas contradicciones, medida que fue justa, ya que afectó mucho a la producción. Con esta medida se bajó una propuesta de $100 y una caja de mercadería por el valor de $120. La negativa de la asamblea fue terminante y confiando en nuestra fuerza intensificamos la lucha con batucadas por toda la planta.
En medio de la medida el Ministerio de Trabajo manda inspectores a constatar que no se pagó lo acordado y cita a los dueños para hacer un descargo. Lejos de confiar en la resolución por esa vía, seguimos en asamblea permanente y firmes a pesar de los intentos de romper la unidad de los obreros con intimidaciones y provocaciones desde adentro y afuera de la asamblea; al ver que no lo lograron bajaron la propuesta de $500, la caja y las horas caídas, el resto de la plata cuando la justicia lo determine.
En asamblea y con posturas divididas ganó la posición de ir por todo ya que nunca se había dado la unión de las dos plantas como esta vez, venciendo así la intención de la empresa de dividir y debilitar.
Se llegó al viernes 18 con la decisión de no volver a trabajar hasta que no haya una definición y dispuestos a lo que venga. A una asamblea combativa y ruidosa desde adentro, incluso con forcejeos contra la guardia por filmarnos, se le suma en la puerta la presencia de otros turnos y los compañeros de otra planta: era una situación explosiva.
El gremio, que en un primer momento no nos apoyó tuvo que venir y negociar con nuestro mandato. Terminada la reunión y en asamblea en la calle con todos los turnos, el gremio comunica que sacamos los $800 en un pago, no así las horas caídas ni la caja.
En la asamblea posterior se acordó que fue un triunfo, porque le torcimos el brazo, y que esta lucha nos deja muy bien parados y fuertes para las discusiones que se vienen, ya que son categorías y las paritarias mismas, como también en contra de las represalias que puedan tomar a las que hay que pelear unidos para que no pasen. Está claro que con la unidad de los compañeros se logró el pago de lo que nos correspondía. Con unidad en la lucha se puede triunfar y ahora vamos por más.