La semana pasada terminó con una bronca bárbara. Con el Impuesto a las Ganancias nos van a sacar de base $1.000. Históricamente, el Impuesto a las Ganancias está pensado para ser aplicado alas grandes fortunas, a los grandes capitales, a los que tienen ganancias extraordinarias. ¿Qué son las ganancias? Son las diferencias, es lo que le queda a las empresas capitalistas luego de las deducciones de los costos generales de producción, y que va para el bolsillo del capitalista, y el Estado le saca una parte. Un asalariado no obtiene ganancias. Sólo se le paga por hora trabajada, que es una mínima parte de lo que le deja a la empresa para la cual trabaja. La única que tiene ganancias es la empresa, el salario no es una ganancia. El salario es la paga que recibe un obrero por el desgaste de su cuerpo, su músculo, su psiquis cuando la pone en acción.
Los mecánicos tenemos un gobierno que se dice “nacional y popular” que le cobra impuesto a las ganancias a los asalariados, que para cubrir el costo de la canasta familiar tiene que hacer horas extras a patadas. Las empresas imperialistas como son las terminales automotrices tienen subsidios con el dinero de los jubilados y pagan sus impuesto a las ganancias en diferido (si es que lo pagan), y como si fuera poco, tenemos una directiva de Smata como la de Dragún y una CGT como la de Moyano que no frenan esto. Hablan de distribución de la riqueza, traen a la presidenta Cristina Kirchner para lanzar nuevos modelos que producimos nosotros, mientras ellos nos afanan en los salarios, en las horas extra. Y además, nos dan vuelta los bolsillos con el Indec trucho, con la inflación y el impuesto a las ganancias.
Los únicos que podemos frenar esto somos los trabajadores. Es urgente hacer asambleas de sección y por turno, buscar a los delegados y exigir que nos escuchen. La juntada de firmas y los quites de colaboración espontáneos, la bronca que se va expresando, muestra que estamos en condiciones de unirnos en este punto.
Las empresas han ganado millones con la crisis. Hasta ahora la vienen descargando sobre los trabajadores. Renault lanzó el Fluenze que tanto admiró Cristina, Volkswagen está construyendo la nueva planta a mil, Iveco exporta camiones a cuatro manos, sin contar los subsidios que han recibido del gobierno K y de Schiaretti en dos años. ¿Y nosotros vamos a pagar impuesto a las ganancias?
Además, el 30% de inflación se comió hace rato el 25% que firmó el Smata en junio. Y recibimos 150 horas peladas a fin de año, que ni se ven cuando hay que pagar deudas o regalarle algo a los chicos para fin de año.
Exijamos al Smata y a los delegados, Asamblea donde tomemos la determinación de exigir al gobierno nacional, a través del Ministerio de la Producción y el Ministerio de Trabajo, que si es verdad que Cristina Kirchner le importa la industria nacional y el mercado interno, que sean las empresas las que absorban el impuesto a las ganancias este año. Mientras, nos vamos preparando para ir a la lucha para sacar de la legislación argentina un impuesto tan retrógrado como es que los trabajadores paguen impuesto a las ganancias.