La inaudita persecución de que son objeto los trabajadores (25 sumarios, 8 trámites de cesantía en curso, 41 contratos rescindidos, una demanda de 55 millones de pesos a los delegados de ATE), dan cuenta de una política feroz por su revanchismo por parte del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que, muy lejos de acceder a los reclamos originales de los trabajadores (40% de aumento salarial, mejoras en las condiciones de trabajo, tanto en el teatro como en las dependencias extramuros, y levantamiento de sanciones a un trabajador técnico), ha tensado la disputa con un discurso beligerante, antidemocrático y antisindical.
El gobierno niega la participación de uno de los gremios con representación en el sector (ATE) en las paritarias, pero acuerda con la cúpula del otro gremio (Sutecba), en reuniones amañadas y sin mandato asambleario, las líneas de funcionamiento del teatro, líneas que pretenden naturalizar el hecho de que el teatro trabaje con cuerpos artísticos y técnicos expuestos a su achicamiento, con postergación de los demandas laborales, y con injerencia de la iniciativa privada en el ámbito cultural estatal, en un contexto (a esto es a lo que apunta el gobierno de Macri), de cuerpos de delegados débiles, inexistentes, o bien, funcionales a sus intereses.
Fue acertada la decisión, días pasados, de los trabajadores y de la Junta Interna de ATE, de realizar el concierto con Plácido Domingo en la Avenida 9 de Julio. El maestro Domingo manifestó ante las 120 mil personas presentes, su deseo de que la totalidad de los trabajadores del Teatro Colón puedan resolver su situación. Debido al conflicto, la presentación que Plácido Domingo debía realizar en el teatro, se canceló. Ante esto, el maestro Domingo dedicó un concierto íntimo a los trabajadores del teatro, en el escenario del Colón. Esta actitud fue diametralmente opuesta a la de la pianista Marta Argerich quien, en una situación similar hace un par de años, también en el teatro Colón, descalificó a los trabajadores que reclamaban por otras reivindicaciones.
Cabe destacar que, en el entretiempo del partido Vélez Sarsfield-Newells Old Boys de la noche del domingo 10 de abril, los trabajadores del teatro realizaron una presentación musical de protesta, interpretando el Himno Nacional. La misma recibió muestras de simpatía por parte del público, y el cartel que decía “Salvemos al Teatro Colón” llegó por televisión a miles de hogares, todo esto televisado por Canal 7. Desde luego, al gobierno nacional le conviene golpear a Macri. Es necesario señalar al respecto que los nueve cuerpos estables profesionales de la Nación (coros, orquestas y cuerpos de ballet), funcionan en la ciudad de Buenos Aires, planteando este hecho (la exigua cantidad de elencos estables profesionales nacionales y el perfil antifederal de su concepción), una contradicción flagrante con los slogans de “Fútbol para todos” y “La televisión pública”.
En la última reunión entre las autoridades del gobierno de la ciudad y ATE, el gobierno planteó que los 41 trabajadores cuyos contratos fueron rescindidos, recuperen su continuidad, en la medida en que no vuelvan a tomar medidas de fuerza. Acerca del resto de los puntos, no hubo respuesta concreta. El miércoles 13 habrá una nueva reunión, luego de la cual se convocará a asamblea.